El Congreso de los Diputados acaba de admitir a trámite una iniciativa popular, encabezada por el ciudadano de origen senegalés Agustin Marie Ndour Ndong, para una regulación extraordinaria y masiva de inmigrantes extranjeros en España, cuyo efecto inmediato será que podrán votar en todas las elecciones. Agustin Marie ya quiso ser candidato a la presidencia del Gobierno de España. Podemos ha propugnaba desde el comienzo la misma propuesta en su programa. Este caso ha vuelto a provocar reflexiones desde todos los puntos de vista sobre este asunto, luego del asombro causado por el conocimiento de que un ciudadano ruso que entró en España con 65.000 euros y dispone de otros 33.000 en cuentas bancarias ha estado cobrando desde 2020 460,93 euros mensuales como ingreso mínimo vital, descubierto por un juzgado de Alicante que ha avisado de fraude a la Seguridad Social. Toda la pena que puede caerle es una multa de 2.700 euros. Fue descubierto al solicitar tarjeta de residencia.
Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, un total de 509.574 hogares y 1,4 millones de personas se han beneficiado del Ingreso Mínimo Vital en España desde su puesta en marcha en el mes de junio de 2020. Hechos como éste cuestionan si existe control efectivo sobre si realmente estas ayudas están sometidas a la adecuada verificación y llegan realmente a quienes las necesiten. Este tipo de noticias provocan a su vez que se lancen todo tipo de bulos en las redes sociales, siendo uno de ello que en estos momentos 100.000 extranjeros cobran en nuestro país, sin haber cotizado, las pensiones sociales no contributivas y las de jubilación. Según datos conocidos, referidos a 2017, 18.609 extranjeros recibían en España pensiones no contributivas, sin haber cotizado nunca en España, en tanto otras 26.530 personas extranjeras recibían en 2018 pensiones de invalidez o jubilación sin haber cotizado. No son en total las 100.000 personas que se dice, aunque desde entonces la cifra ha crecido y se calcula que, en total, pueden andar cerca de la mitad. Todo ello aparte de la asistencia sanitaria gratuita, que incluye todo tipo de prestaciones por prótesis y semejantes, capitulo especialmente importante. En ese sentido, sigue vigente el “turismo sanitario”, sobre todo de británicos, que en su día ya fue denunciado, cuando el Reino Unido formaba parte de la UE, y que residían en España.
El informe del “Perfil del pensionista no contributivo de 2017” del Imserso, indicó que, del total de los beneficiarios de pensiones no contributivas, de 453.852, más de 430.000 fueron españoles (94,78%), seguidos de los extranjeros de terceros países 18.609 (4,10%) y ciudadanos de la Unión Europea y Espacio Económico Europeo (1,12%). Desde el Área de Prestaciones del Instituto de Mayores y Servicios Sociales dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se cifra en 23.685 los extranjeros beneficiarios de una pensión de la Seguridad Social en su modalidad no contributiva en 2017. Estos beneficiarios son personas que no han cotizado a la Seguridad Social o que, pese a hacerlo, no han llegado al mínimo exigible.
