Hoy es el sorteo, no se trata de esa 'lotería' que se nombra en sentido irónico, cuando se refiere a las personas que les cae algo inesperado; aunque ¡menudas loterías! que nos pueden caer, y la que nos ha caído a los españoles con este Gobierno ya es de órdago. La otra, la de hoy día 22, del juego público, que según parece están tratando de privatizar, para mal general, porque así pueden hacer toda clase de fraudes, ya que existe mucho pícaro engañoso que, ante la 'pela', van al cada vez más, pillando todo lo que crean menester sin forma de aclararlo. Si es privado, es susceptible de astucias engañosas en manos de astutos o sagaces. Para que nos toque la lotería, no sólo hay que comprar el décimo con el número que nos agrade, que casi nunca queda si vamos a última hora, y nos dan el que hay, sino que también es necesario que lo introduzcan en el bombo, que al ser privado, introducirán los suyos propios, de la familia y amiguetes de la pillería. No es que sea mal pensada, ¡nooo!, pero que habrá mucha coladera es lo esperado, de otra forma nadie se haría responsable de la Lotería Nacional, si no fuera para enriquecerse.
Volveré a sacar de su escondite casero el juego de la lotería, de cuando mis hijos eran pequeños y jugábamos. Repartíamos los cartones y allí no había ni trampa ni cartón, no siendo los que tenía cada uno numerados. Con agitar el bombo, ya salían uno a uno los números. La que nos espera ahora, más bien, será una cosa más para dejarnos sin nada. La adquirirán así: 'Si sale cara gano yo, y si sale cruz pierdes tú'. Los osados siempre son los ganadores, y así se esperan los resultados de esas privatizaciones. En las crisis, no todos pierden; los 'vivalavida' son los ganadores, por su osadía para arreglar sus vidas y desarreglar las de los demás. Culpables de todo lo que está revolucionando la paz de España, porque la dañan demasiado duramente. Y más culpables los que lo consienten, porque pillos los hubo siempre.
La mejor lotería que se puede desear es la salud, ya que si se carece de ella no se puede disfrutar de la otra, en caso de que caiga algo. Si no compramos algún billete, matamos la esperanza de que toque. ¡Ahh!, estamos en la semana de las fiestas navideñas, con la Buena Nueva de un cumpleaños más del Niño-Dios. España y el mundo necesitan la paz, por lo cual debemos aprovechar estas fechas para vivir en paz con nuestra familia, nuestra comunidad, nuestra sociedad y nuestro mundo. Comencemos por buscarla con nosotros mismos, con el Niño-Dios, como instrumentos de paz, de alegría y de consuelo. Trabajemos por la paz, en familia, y alrededor de nuestra mesa, seamos luz de paz y armonía. El mejor regalo de esta Navidad -sale baratito, pero gratifica-, será pedir perdón si en algo se falla, y ser perdonados, aceptando nuestras flaquezas y errores para reconciliarnos con el Niño-Dios. Es la esperanza más auténtica, Dios con nosotros, para paliar todo lo que nos cae con estas malas situaciones que se viven. Nos dio ejemplo naciendo en un pesebre, predicando la humildad, la austeridad... Que tengan mucha suerte, algún premio y Felices Fiestas. (No me lo dictó ningún cura ¡ehhh!).
