Opinión

CARTA ABIERTA A MI AMIGO PACO, ALCALDE DE OURENSE

Estimado amigo:


He leído con atención tus recientes declaraciones en el diario La Región, en las que pedías a nuestro partido un análisis sereno y autocrítico de las razones por las que en nuestra provincia se habían cosechado tan bajos resultados, con honrosas excepciones, en las recientes elecciones municipales. Afirmabas, con razón, que la derecha ourensana se encontraba fraccionada, anquilosada en el pasado y con muy pocas ideas sobre el futuro de la provincia, coincidiendo esto con unos momentos difíciles del nacionalismo. Además la dirección de nuestro partido venía anunciando reiteradamente que estábamos incluso en condiciones de alcanzar la presidencia de la Diputación, cuando la realidad es que el baltarismo ha superado el número de diputados de la legislatura anterior.


Muchos militantes hemos esperado pacientemente que la dirección gallega del PSdeG- PSOE, analizase en profundidad las razones del irregular, pero en todo caso importante, descenso de confianza de nuestro electorado. Lo único que hemos leído y oído es un mensaje triunfalista en la derrota, comparándolo con el resultado del resto de España y responsabilizando en exclusiva a la crisis y a la gestión de la misma por el Gobierno de la Nación. La dura realidad es que hemos perdido alcaldías emblemáticas, más de sesenta y seis mil votos en el conjunto de Galicia y en la provincia de A Coruña las tres grandes ciudades que gestionábamos.


No podemos olvidar que por haber perdido la Xunta, sin haber retrocedido ni un solo escaño, dimitió de forma inmediata el anterior secretario general, nuestro común amigo Emilio P. Touriño que, en un gesto de generosidad y sin esperar a que nadie se lo exigiese, asumió personalmente unos relativos malos resultados no atribuibles en exclusiva a nuestra gestión. En nuestro recuerdo está que muchos de aquellos que formaban parte de su ejecutiva continúan hoy dirigiendo nuestra organización. En aquel entonces la responsabilidad se centró en el Presidente de la Xunta al que muchos que rendían especial pleitesía pasaron posteriormente a ser feroces acusadores.


Como admirador de Sócrates me permito dejar en este escrito una serie de interrogantes, como aportación de un militante que ha vivido muy intensamente la actividad política y ahora disfruta del placer del observador que no espera nada de lo observado: ¿Existe una relación directa entre los intereses de la organización y los objetivos de los ciudadanos ourensanos? ¿No se estará convirtiendo nuestra organización en una empresa controlada por los que profesionalizan la actividad política? ¿Tienen todos los dirigentes retorno a una actividad laboral o empresarial? ¿No actuaremos excesivamente en la confrontación baldía sin aportar propuestas novedosas y esperanzadoras? ¿No habremos perdido nuestra capacidad de análisis autocrítico cayendo en una sumisión interesada? ¿No habremos dividido la organización entre leales y 'los otros', con exclusión de estos últimos? ¿No será necesario profundizar en nuestras señas de identidad? ¿Quién está dirigiendo realmente la organización?


Como militante de base, agradezco tu honestidad al solidarizarte con los resultados de todo el partido, pese a tu rotundo y contundente éxito electoral, ello viene a ratificar tu talante de buena persona y excelente socialista, cuyo ejemplo esperemos fructifique. Mientras haya compañeros con tu perfil, hay esperanza y creo que estos son la inmensa mayoría de nuestra organización.


Se despide de ti tu amigo, que lo es.

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