La muerte de mi querido amigo Paco me ha conmovido de una forma especial: con él desaparece una parte importante de mi vida; compartimos angustias, miedos, alegrías, aventuras, compromisos políticos… tuvimos desavenencias y pocas veces discrepamos. Vivimos experiencias irrepetibles y participamos como yunque y martillo de la misma fragua de forjadores de los derechos de una sociedad democrática. En la agonía de la dictadura franquista reunimos un grupo de jóvenes que altruistamente pusieron en peligro sus vidas en defensa de las libertades, entre los que destaca el disciplinado militante Carlos López Polo, recientemente fallecido. El anonimato político, la carencia de vanidad, la humildad y sus firmes convicciones les hicieron retirarse de la política activa cuando se instauró en nuestro país un régimen democrático y la Constitución se convirtió en garantía de derechos.
Es oportuno destacar la relación que Cambeses y Polo mantuvieron con el ilustre escritor Eduardo Blanco Amor, organizándole una conferencia magistral en la que el ilustre escritor disertó sobre la obra de Valentín Lamas Carvajal, que fue un rotundo éxito de asistentes. Posteriormente le organizaron un homenaje con motivo de la publicación de la novela “Xente o lonxe”. El acto se desarrolló de acuerdo con el siguiente esquema: En primer lugar, el profesor José López Cid hizo un repaso bibliográfico de la figura de Blanco Amor, a continuación un recital de poemas escogidos por el homenajeado a cargo del grupo de teatro Breogán y por último se celebró una mesa redonda en torno a su última novela.
Blanco Amor quedó profundamente agradecido y no perdió el contacto con sus nuevos amigos y prueba de ello es la singular postal que les envió para felicitarles las navidades del año 1972.
El Viejo milenario trata de mostrar que la Historia, como totalidad, es transformable a un plan más amplio y comprensible que la historia de las naciones o los hechos de carácter general. Cada persona tiene su propio relato vivencial, digno de ser escuchado ya que probablemente sea irrepetible aunque su permanencia en el tiempo sea fugaz y el olvido sea la repisa donde el polvo y la carcoma lo destruyan. Pero los que conocimos a Cambeses y a Polo recordaremos a dos anónimos ciudadanos que lucharon desinteresadamente para que todos seamos un poco más felices. Sin duda representan a miles de españoles que combatieron la dictadura haciendo posible la transición democrática. Ellos son los auténticos protagonistas del “régimen del 78”.
