Opinión

INTELIGENCIA, 0

Cuándo se van? ¿Es que la ineptitud tiene que dominar el destino de nuestra sociedad? ¿Cuál será la próxima plaga que nos anuncie este Gobierno? Egipto soportó diez y nuestro país ha sufrido al menos trece. Trataré de enumerarlas, a sabiendas de que alguna de ellas permanecerá fuera de esta relación.


La primera y más importante, el aumento del paro en una escalada sin fin; detrás de las cifras hay millones de seres humanos que viven en la angustia de tratar de supervivir. La segunda es el deterioro de los servicios públicos esenciales en el estado del bienestar, encabezados por la sanidad y la educación, que pierden calidad día a día, con la consiguiente repercusión en el futuro. La tercera es la corrupción, que se extiende como una mancha de aceite, destruyendo la credibilidad de la clase política y emponzoñando las instituciones. La cuarta es la desigualdad ante la ley; determinadas decisiones judiciales han puesto en entredicho el principal principio de la democracia, la igualdad de todos los ciudadanos en un estado de derecho. La quinta es el triunfo del sistema financiero sobre el derecho constitucional a la vivienda; miles de familias son desahuciadas sin ninguna contemplación. La sexta es la inseguridad ante el poder, ya que unilateralmente puede reducir los ingresos de sus funcionarios, trabajadores laborales o suprimir los puestos de trabajo de miles de interinos. La octava, el aumento de la edad de jubilación con sus consecuencias en la salud de los afectados y la limitación del derecho a disfrutar de la tercera edad en condiciones físicas y mentales aceptables. La novena, el retroceso en legislación laboral, favoreciendo el despido, abaratándolo y potenciando contratos basura. La décima, la regresión en derechos consolidados como la gratuidad de la enseñanza, opción a la maternidad, paralización de la ley de dependencia? Undécima, el aumento desmesurado de impuestos, con objeto de tranquilizar a los mercados. Duodécima, la cobertura a las estafas bancarias, léase preferentes, subordinadas, hipotecas con suelo y sin techo, apuesta financiera por la inversión especulativa? Decimotercera, destrucción del sistema público de información, manipulando radiotelevisión española y convirtiendo el ente público en un órgano de partido. No he citado la regresiva ley de costas, el intento de impedir el acceso a la justicia de los más desfavorecidos, la falta de diálogo con los agentes sociales, la prepotencia en la gestión, la mentira como instrumento de persuasión o el miedo que va corroyendo las entrañas del pueblo.


Lo más grave es que todas y cada una de las plagas no han aplacado la ira de los mercados, no por duras e incompetentes, sino porque la avaricia del sistema capitalista es insaciable y no duda en desprestigiar a sus lacayos; aunque estos sigan escrupulosamente sus indicaciones. Rajoy es un indolente lacayo de los mercados, además es incompetente y pretencioso y si fuera inteligente sabría aplicar la máxima de John F. Kennedy: 'Un hombre inteligente es aquel que se rodea de asesores más inteligentes que él', mientras Cristóbal Montoro, Ana Mato, Fátima Bañez o Luis de Guindos sean ministros, Mariano no ha demostrado que es inteligente.

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