Opinión

Viejas reflexiones de Chuang Tse

En el libro de Chuang Tse aparece el siguiente texto: “Los caballos tienen pezuñas para poder agarrarse a la nieve y al hielo, y crines que los protegen del viento del frío. Comen hierba y beben agua, cocean y galopan, pues esa es la naturaleza innata de los caballos. Aunque dispusieran de grandes palacios, no se sentirían interesados por ellos. Sin embargo, cuando Po Lo (famoso entrenador de caballos), dijo: 'Sé como entrenar a los caballos', los herró, recortó sus pezuñas y sus crines, puso ronzales en sus cabezas, los embridó y los encerró en establos. De cada diez caballos, al menos dos o tres murieron…”

¿Cuántos siglos llevamos domesticados?, ¿se ha roto la integración con la naturaleza?, ¿es libre el pensamiento? Cadenas construidas con mentiras, forjadas con el miedo, recubiertas de falsas riquezas que ciegan el entendimiento, espejismos que ocultan las razones de la existencia; la humanidad es prisionera de su ambición y sed de riquezas. Los mensajes emitidos por sofisticadas redes controlan las mentes y esclavizan los espíritus. ¿Reflexión? Un día, un instante de falsa libertad, los resortes están oxidados por un sistemático abandono. ¿Quién ofrece más?, ¿qué oferta es la mejor? Objetividad inexistente y subjetividad interesada; ejes de comportamientos contaminados por el consumo. Domadores expertos garantizan el control; lo singular domina la pluralidad; la culpa y el rencor establecen su dominio; se huye de lo viejo y se magnifica lo nuevo en un eterno ciclo de renuncia a la identidad de lo que somos.

¿Quién se abre para entregarse en una confianza de agradecimiento? ¿Aceptación o resignación?

La confrontación con el “otro” libera nuestras ansias de dominio; violencia, intimidación y miedo, mucho miedo. Se construyen armas de destrucción masiva que persuadan a las masas de luchar por su liberación, cada vez de incrementa la desigualdad entre ricos y pobres, ante la impotencia de los pocos que conservan el control de la conciencia y se convierten en la resistencia pasiva al dominio total. 

Decía Chuang Tse, en el siglo VI a.C: “Al observar este estado de cosas podemos ver cómo el mundo ha perdido el Tao, y el Tao ha perdido este mundo”. Genocidios planificados y consentidos para garantizar la supervivencia de los más poderosos; ¿el procedimiento?: hambre, enfermedad, miseria, explotación… y guerras. Pero la alarma ha sonado. Gea desea venganza, ha sufrido demasiado, sus hijos predilectos la han despreciado, vituperado, repudiado… y ha llegado el momento de la justicia.

¿Estamos a tiempo de recuperar el aprecio de Gea? Reflexiona sobre lo que tú puedes hacer, hoy es un buen día.

Lo que ha de pasar, pasará. No te irrites, no te rebeles, todo está escrito. Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido. Disfruta de la existencia, comparte tus afectos con aquellos que te quieren, no ambiciones nada que no necesites. Goza de la belleza que te rodea, reflexiona sobre lo hermosa que es tu vida. El cosmos, al que tú perteneces, te ofrece la armonía de un caos organizado, no huyas de esa armonía que te conduce al amor. Reflexiona y deja libres tus caballos, repito, hoy es un buen día.

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