Opinión

FIDELIDAD PROLONGADA

En las pasadas elecciones del 21-O, Galicia -una vez más- ha dado mayoría absoluta y ampliada a un gobierno del PP. El proceso ha sido enteramente democrático, y el señor Núñez Feijóo tiene en sus manos de nuevo la dirección del país durante los próximos cuatro años.


A muchos nos sorprende este apoyo continuo -legislatura tras legislatura- que los ciudadanos prestan aquí al PP. Por supuesto, el fenómeno reiterativo indica que gran parte de los gallegos sienten una fuerte alergia al cambio. De esta manera, se cierra la posibilidad de experimentar otras opciones democráticas.


Digo que el fenómeno es sorprendente si tenemos en cuenta que la actual crisis -tan prolongada y brutal- se lleva por delante a gobiernos hasta el momento bien consolidados. En Galicia esto no ocurre. Siempre que la derecha española se halla en apuros, los gallegos corren en su auxilio.


¿Ejemplos? Fraga, al fracasar en su intento de presidir el Gobierno de España, llegó a Galicia y arrasó. Se mantuvo en la Xunta dieciséis años. Sus triunfos eran sonoros: 500 gaiteiros mimaron su sensibilidad folclórica en el Obradoiro. Ahora, don Mariano también encontró aquí un gran apoyo. Todo esto ¿a cambio de qué?


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