Opinión

INCREÍBLE SUPERFICIALIDAD

En un pueblo aragonés (Borja), una señora de 82 años quiso restaurar un cuadro del Ecce Homo de la iglesia parroquial. A pesar de su buena intención, el resultado fue un desastre. Dicen que el original en cuestión era de escaso valor artístico y de antigüedad relativa.


Pues bien, este suceso insignificante -difundido a través de las redes de comunicación social- adquirió tal importancia que la noticia dio la vuelta al mundo.


Aquí, en nuestro país, un automovilista que viajaba gacia el norte no dudó en desviar la ruta para acercarse a Borja y así poder contemplar 'in situ' aquel 'adefesio'. En realidad, el vulgar cachondeo le movía a ello. ¡Pobre señora!


Otra noticia 'trascendental' informa de la 'tristeza' de Cristiano Ronaldo. En el momento en que escribo, los medios de información se están regodeando de una imprudente concejala que tuvo la mala suerte de que alguien colgase en Internet escenas de su más absoluta intimidad.


Esta es la sociedad que tenemos, capaz de movilizarse en torno a hechos de tan poca relevancia, pero que indican el preocupante vacío mental y ético de tanta gente.

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