Opinión

LUCHA FINAL EN LIBIA

Estos días finales de agosto asistimos a la agonía del régimen dictatorial de Gadafi. Las noticias que nos llegan a través de la prensa, así como las imágenes transmitidas por la televisión, hacen ver como las venganzas sanguinarias tiñen de sangre la capital de Libia. En Trípoli se levan a cabo ejecuciones sumarísimas contra el enemigo vencido. La misma crueldad practican los restos que quedan de los partidarios de Gadafi, y contra los que están en su poder. Ante el horror, la ONU intenta imponer a los dirigentes del bando rebelde unas medidas eficaces que impidan estos excesos.


Por otra parte, la historia nos demuestra la crueldad de todas las guerras, máxime tratándose de discordias civiles. En ellas, el hombre exhibe lo peor de sus instintos. Por esta razón, la comunidad internacional ha establecido unas normas de obligado cumplimiento por los contendientes (Convención de Ginebra). En el caso que nos ocupa, el salvajismo exhibido por las dos partes enfrentadas nos lleva a pensar -como alguien dijo- si no existirá 'un gusto musulmán por la sangre' y que 'aquellos lugares donde el sol quema las cabezas y reseca los cuerpos' no serán los climas propicios para que tales atrocidades se den.

Te puede interesar