Opinión

¿EN EL MEJOR DE LOS MUNDOS?

Leibniz -pensador alemán del siglo XVII-, basándose en conceptos para él indiscutibles llega a esta conclusión: el mundo en que vivimos es 'el mejor de los mundos posibles'. Para desgracia de todos, sabemos que eta tesis choca brutalmente contra la cruda realidad. Frente a este optimismo del germano se alza la pluma irónica y cáustica de Voltaire, que da a la imprenta su conocido relato con el título de 'Cándido'. ¿Cómo era Cándido? 'Cándido' tenía el entendimiento bastante recto y el espíritu de lo más sencillo; creo que por esta razón lo llamaban Cándido.


El doctor Pangloss (el que todo lo sabe, el que de todo habla) era el maestro de Cándido. Este supersabio le enseñaba y demostraba 'que las cosas no pueden ser de otro modo: puesto la estar todo hecho para un fin, todo lo está necesariamente para el mejor de los fines'.


A pesar de todo, ¿qué sucede en la realidad? En la realidad ocurre que tanto Cándido como el propio Pangloss sufren en sus propias carnes un cúmulo de penalidades y desgracias increíbles. En sus vidas chocan con la maldad natural de los hombres, con la ignominia de las instituciones políticas y sociales y un largo etcétera.


Finalizo con una anécdota. En una aldea nuestra, una anciana al ver pasar por delante de su casa una comitiva fúnebre camino del cementerio exclamaba: 'Punto mundo! ¡Qué puto mundo!'. Esta mujer gallega era volteriana.

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