Opinión

NO SE CUMPLIÓ LA PROFECÍA

No se cumplió la profecía de los mayas que anunciaba el fin de los tiempos. Resultó un pronóstico fallido si es que los mayas querían significar eso. Otros afirman que se referían no al fin del mundo, sino a un cambio de ciclo cósmico. Sea como fuere, la fecha fatídica pasó sin pena ni gloria, y el sol, generoso, continuó y continúa iluminando y dando calor a este planeta nuestro.


No solo los mayas se entretenían con estos tremendos augurios: a lo largo del tiempo encontramos creencias y profecías similares en muchas culturas. En la época de Cristo, las gentes también creían que el fin estaba próximo. Y al finalizar el primer milenio, en Europa las gentes sufrieron los terrores del año mil. Y como eran firmemente creyentes, todos los males pensaban que eran debidos a sus pecados. Así, movidos por el pánico al inminente apocalipsis, resolvieron retirarse a las montañas y esperarlo cubriendo sus cuerpos con cilicios y castigando sus carnes pecadoras con ayunos suicidas.


Al margen de tantas y tantas creencias, en el colegio nos enseñaron que, según la ciencia, llegará un día en que el sol dejará de alumbrar. Al fin, el astro rey es una estrella, y las estrellas nacen a partir de nubes de gases (nebulosas). Por consiguiente, las estrellas gastan 'gasolina' hasta agotarla. Dicen que el sol lleva 4.500 millones de años dándonos luz y calor.


Esperemos no asistir a este final.

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