En un lugar de este reino nihilista levantaron una marquesina para resguardarse de las inclemencias del tiempo sobre una losa que contiene petroglifos. La persona que daba la noticia en la televisión echaba las manos a la cabeza y no acertaba a explicar la causa de semejante desaguisado. Decía y se lamentaba que mientras personas del resto de España que hasta allí se acercaban sabían valorar adecuadamente la importancia de estos restos prehistóricos, los propios nativos mostraban una indiferencia aterradora al respecto. Sobre este penoso asunto, a uno se le hace difícil admitir que en los centros escolares de esa comarca los profesores no impartiesen las lecciones pertinentes para concienciar a los alumnos del valor de lo que tenían ante la vista.
Otra noticia daba cuenta de un castro derruido. Se aprovechó el terreno para plantar kiwis.
¡Dan que pensar!
