En sus orígenes, los ideales propugnados por la Ilustración han supuesto para la humanidad un impresionante paso hacia el progreso.
"La Ilustración -según Kant la define- es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad". De aquí su conocida invitación a "sapere sude", a "atrevete a pensar".
Pero, ¿qué fue de aquella originaria razón ilustrada?... Pues sucedió que, en manos de una burguesía omnipotente, dejó de ser ilustrada para convertirse en razón instrumental. Y esta razón instrumental no respeta al hombre como persona, sino como un medio, como un objeto a su servicio.
De esta manera estamos asistiendo al incremento de una sociedad neoesclavista, que no comprende "al hombre de carne y hueso, el que nace, sufre y muere -sobre todo muere-, el hombre que se ve y a quien se oye, el hermano, el verdadero hermano" (Unamuno).
