Opinión

Cartas Galicia-Madrid: "Vuelve el comunismo de colores" y "Ayuso culpable, da igual cuando leas esto"

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Vuelve el comunismo de colores

Querido compadre Quero: 

Noviembre se está pasando. Amigdalitis estreptocócica. Tengo las anginas como los huevos de Pedro Sánchez. Tan solo unos días después de reponerme del coronavirus, estoy de nuevo en cama, ahora con una infección bacteriana que, con toda probabilidad, hará que está carta sea póstuma, o al menos, prístina. En este lamentable estado, me escandalizan menos las declaraciones robadas a Conde-Pumpido, confesando que será designado presidente del tribunal constitucional para “arreglar lo de Cataluña”, según cuenta en exclusiva Libertad Digital. Donde él dice “arreglar” debes añadir un guiño-guiño-codazo. Que ya sabemos cómo arregla Cándido las cosas.

Te contaré algo más agradable. Acaba de inaugurarse la vigesimotercera edición del Salón Internacional de Turismo Gastronómico y no sé qué hacemos, compadre, que no estamos en Expourense haciendo cola. Nada me anima más a sobrellevar los problemas de salud que la promesa de pegarme una buena panzada después. Hay ciento sesenta y cinco expositores procedentes de cinco países: he calculado que, si nos dejan pasar por allí, podríamos comer unas 60 veces al día este fin de semana y hacer después una crónica maravillosa; igualmente póstuma o prístina. 

Ocurre que a mí se me ha cortado un poco el apetito al abrir el periódico hoy. Leo con asombro que Correos ha lanzado un sello conmemorativo del Partido Comunista en España: cien años de barbarie, debería llamarse el sello. Quizá para ocultar la negra mancha de sangre que dejaron en la historia de nuestro país, a alguien le ha parecido buena idea colorear de alegres tonalidades la hoz y el martillo, como intentando convertir la matanza de Paracuellos y la Unión Soviética en poco más que la fiesta de pijamas de una influencer. 

Todo tiene explicación. Recordarás que Sánchez colocó a su mejor amigo como presidente de Correos. Es un buen regalo, porque está mejor pagado incluso que el puesto de presidente del Gobierno, si bien te hacen un poco menos la pelota en los hoteles de cinco estrellas. Y, por si fuera poco, también colocó en un cargo de dirección del partido a la esposa de su amigo. Visto lo visto, Correos sacará sellos del Partido Comunista y hasta del Estado Islámico si se tercia. Lo que sea que pida su amo, Su Persona. No tardaremos en ver un sello conmemorativo de la belleza de Sánchez, incluyendo su cara al natural, o sea, al cemento armado.

Aunque el comunismo no hubiera sido una ideología criminal, siempre ha despertado todas mis susceptibilidades porque -espero no dormir en chirona- no creo en la igualdad, no creo en el robo para engrosar las arcas públicas, y no creo que ninguno de los idiotas que están habitualmente en el Gobierno sepan mejor que hacer con mi vida, con mi dinero y con mi libertad que yo mismo. 

Yo sería partidario de la hoz y el martillo si pudiéramos utilizar la hoz para segar cada día el gasto público, y el martillo para golpear en la cabeza a los impuestos hasta hacerlos pequeñitos. Pero me temo que lo que se proponen los comunistas hacer con la hoz y el martillo es muy diferente, que no hay nada bueno que puedas esperar de una ideología que une en sus filas a Yolanda Díaz, Mao, Alberto Garzón, Pol Pot, Pablo Iglesias, Kim Jong-un, Britney Spears, Stalin, y Willy Toledo.

Aun así, compadre, con más de 39º de fiebre no puedo emprenderla hoy con la memoria histórica, estoy demasiado ocupado tratando de acertar con el paracetamol a oscuras, que anoche me ventile con mucha agua unos gemelos que tenía en la mesilla, pensando que eran el antibiótico partido en dos. Arturo Fernández estaría orgulloso de mí. Ahora voy elegantísimo incluso con pijama del mercadillo y zapatillas.


Ayuso culpable, da igual cuando leas esto

Querido compadre Itxu:

Comparto tu aversión a los regímenes totalitarios. En realidad, detesto todos los regímenes, en especial los de adelgazamiento porque me engordan muchísimo. En cuanto al comunismo y sus principios fundamentales, te confesaré en la intimidad de estas páginas que yo tampoco creo que todos seamos iguales. Solo hay que vernos a ti y a mí para comprobar cuán distintos somos y cómo la Naturaleza se empeñó en privarte de los encantos y virtudes que a mí me concedió, entre ellos la humildad.

No te sientas mal por admitir tu incorrección política, compadre. La Naturaleza en general tampoco cree que todos seamos iguales y basa la evolución en un difícil equilibrio de desigualdades por el que la gacela come hierba hasta que se la zampa el león, animal que debería engrosar el listado de especies abominables del Ministerio de Consumo por ser tan carnívoro, insolidario y machista.

Te recomiendo que aproveches estos días postrado en el lecho del dolor para ver documentales de Naturaleza y protestar ante el Creador por no hacer iguales al ñu y al cocodrilo. El ñu protagoniza la mayor migración animal del planeta, recorriendo miles de kilómetros en busca de sustento, mientras el cocodrilo, un reptil oportunista, se baña en un río sin realizar otro esfuerzo que abrir sus fauces esperando que le caiga dentro un ñu. Así de cabrona es la Naturaleza.

Sinceramente, deseo que no sigas la suerte del ñu, sino del cocodrilo, y sobrevivas a las enfermedades que te aquejan. Nunca vi nadie con peor salud de hierro que tú. Admítelo, las bacterias te quieren, Itxu. Los virus te aman y te acompañan a donde quiera que vayas. Y eso es bueno. Al menos tienes alguien que te aprecia, dispuesto a seguirte sin separarse nunca de ti. Disponer de un grupo incondicional de adeptos es un privilegio lejos del alcance de la mayoría. De hecho, ese es el objetivo más perseguido por Pedro Sánchez para infestar las instituciones del Estado con fieles aliados y palmeros, aunque sean microbios, como Tezanos o Conde Pumpido.

De todos modos, querido compadre, no busques más responsables de tus dolencias. La culpable es Ayuso. Ya sé que vives en Galicia y que tu centro de atención primaria se encuentra en esa Comunidad. Da igual. Si te resfrías, si toses, si empeoras o si no hay cama hospitalaria gallega que te acoja, la culpa será siempre de la presidenta de Madrid. Ya no te digo si vivieses en Cataluña, en cuyo caso, además de la presidenta, seríamos la totalidad de madrileños los que te estaríamos robando. En estos días, médicos de otras tres comunidades se han sumado a los de Madrid en su protesta, amenazando con dejar de prestar atención a sus pacientes por el bien de sus pacientes. Las reivindicaciones son más o menos las mismas en Cantabria, Aragón y Navarra. Pero si enciendes la tele o la radio, sobre todo algunas cadenas nacionales, verás que solo existe la huelga de médicos de Madrid, que es, como todo lo demás, culpa de Ayuso. La noticia suele ir acompañada de algún apunte informativo de alto interés actual como el aniversario del hundimiento del Prestige y sus catastróficas consecuencias medioambientales y económicas. A estas alturas, lo esperable es que el presentador sentencie con la contundencia merecida que aquel suceso ocurrido hace 20 años fue también culpa de Ayuso, igual que es culpable de la muerte del ñu acaecida dos párrafos más arriba. Urge revisar el diccionario de sinónimos de la RAE para crear una nueva entrada, dada la similitud del significado entre los términos informativo, deformativo y transformativo. Voy preparando una propuesta. Espero que mejores pronto, dentro de tus posibilidades.

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