Opinión

Una cumbre descafeinada

Pere Aragonés, presidente de la Generalitat, aprovechó la pasada reunión en la cumbre hispano-francesa para volver a poner de manifiesto su postura, remarcada con el abandono de la misma y precisamente antes de que se interpretasen los himnos de ambos países. El motivo es “por la presencia del Ejército español en Cataluña”, e insistió en que “el conflicto político no ha terminado” reclamando que la Generalitat participe de los acuerdos que se desarrollaran en el encuentro.

El máximo representante del Gobierno catalán saludó a Pedro Sánchez y a Enmanuel Macron a su llegada a la cumbre, celebrada en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) en Barcelona, pero a continuación se ausentó, obviando el protocolo de escuchar los himnos de España y Francia.

Pero Pere Aragonés insistió en su postura inexorable: “El conflicto político no ha terminado, pese a lo que pueda decir el Gobierno. Mientras Cataluña no pueda decidir su futuro y se acepte el resultado de una elección libre, democrática y pacífica, seguirá habiendo un conflicto. Se puede mirar hacia otro lado, pero esto no elimina el conflicto”. Emplazó el presidente de la Generalitat al Gobierno a proponer una alternativa y dijo que no renunciarán “a avanzar en este objetivo a partir del diálogo para lograr una respuesta democrática” que “sea lo más inclusiva posible y en que todas las posiciones se puedan defender, también la independencia”, y que cuente “con el reconocimiento de la comunidad internacional”.

No cabe duda que el máximo dirigente catalán, aprovecha cualquier oportunidad para seguir reiterando lo mismo de siempre, que es el independentismo, por mucho que el Gobierno de Madrid insista en que lo de la independencia catalana no entra en los planes. Pero los planes de quién… Está claro en que dirigentes catalanes lo tienen muy claro.

Te puede interesar