Opinión

Discurso conciso y soberanista

Ahora que todo el mundo ha tenido tiempo de leer el discurso de la princesa Leonor de Borbón con motivo de su 18 cumpleaños, por el que hizo el juramento de la Constitución. Es momento de reflexionar sobre las palabras que pronunció en el acto celebrado el mismo día en el Palacio Real.

En primer lugar, en el inicio de este acto singular, cuando la primogénita, dirigiéndose a la presidenta del Congreso y al del Senado, aludió a la concesión de las medallas: “De las Cámaras que me unen, desde este día tan trascendente, a las instituciones que representan al pueblo español, titular de la soberanía nacional”. Dos instituciones que representan la unión…

Al alcanzar la mayoría de edad, y prestado el juramento previsto en la Constitución, juró: “Desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, así como fidelidad al rey”. Es fundamental que Leonor deje claro su defensa de la Constitución, algo que de un tiempo a esta parte está vilipendiado. E insiste: “Me he comprometido solemne, formal y públicamente con nuestros principios democráticos y con nuestros valores constitucionales, que asumo plenamente”. Y ha contraído una gran responsabilidad: “Con España, ante las Cortes Generales, que espero corresponder con la mayor dignidad y con el mejor ejemplo”. Algo que no todos los parlamentarios lo van a asumir, como sabemos. Y ha sido fundamental el juramento de fidelidad al rey y a la Corona “que simboliza y representa la unidad y permanencia de España”. Con ese mismo espíritu y sentido del deber, Leonor hizo hincapié: “Conduciré mis actos en todos los ámbitos de mi vida atendiendo siempre a los intereses generales de nuestra Nación. Observaré un comportamiento que merezca el reconocimiento y el aprecio de los ciudadanos y cumpliré con mis obligaciones con total dedicación y una entrega sin condiciones, procurando siempre crecer como persona junto al cariño y apoyo de mi familia”. Algo primordial, obviamente.

Y en la parte final, expresó a todos que confíen en ella: “Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad. No hay mayor orgullo. En este día tan importante -que voy a recordar siempre con emoción- les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en nuestro futuro, en el futuro de España”.

Como hemos dicho, es momento de reflexionar sobre este meticuloso, conciso y soberanista discurso que ha pronunciado la princesa. Pletórico de un compromiso primordial con el papel de la corona y lo que ella tiene ahora por delante, comprometiéndose a respetar la Constitución, la soberanía, respetar los derechos de los ciudadanos, la fidelidad a la corona y al rey y los principios democráticos y con nuestros valores constitucionales.

Te puede interesar