En el Colegio de Ingenieros de Caminos de Galicia pensamos que la intermodalidad supera el mero concepto de edificación y, como materia de ingeniería de transporte que es, ha de resolver eficaz y cómodamente el intercambio entre modos.
Así, nuestro debate no es elegir la estación inicial de Norman Foster o la adaptada, sobre la que ya nos manifestamos en el sentido de que, a nuestro criterio, cumple la intermodalidad, admitiendo que cualquier proyecto es mejorable.
Nuestra intención y atención ha de ser, como miembros de la Comisión de seguimiento de las obras del AVE, el comprobar que tanto los tramos (varios en ejecución) entre Pedralba y Taboadela como las actuaciones precisas en las proximidades de la estación de Ourense (adaptación de vía con tercer carril, cambiador de Taboadela, remodelación de vías y andenes de la actual estación, estación de autobuses -recientemente adjudicada- y parking), se agilicen lo más posible y no sufran demoras.
Solo así podremos acercar la fecha en que el tiempo de viaje Ourense-Madrid se aproxime a las 2 horas y media.
Hemos de recordar que el tiempo de viaje actual entre Zamora y Madrid (aproximadamente mitad de trayecto que entre Ourense y Madrid) es actualmente de poco más de 1 hora, mientras que desde Zamora y Ourense es de algo más de 3 horas. Y sobre el edificio de la estación de Zamora apenas se ha actuado.
A ello han de contribuir el pragmatismo y la buena programación en las actuaciones. A estas alturas, el debate sólo puede demorarlas.
Y ello con independencia de continuar impulsando el proyecto de la nueva estación y la variante norte.