En las últimas semanas ocurrieron hechos y declaraciones por las que ya no sabemos si somos independientes o realmente nos han olvidado y nos tratan como PIGS (Portugal, Italia, Grecia y Spain-España). Así, vemos que diputados del Parlamento alemán vienen a comprobar si la fresa de Huelva daña a Doñana o no; pregunto yo ¿con qué autoridad? Lo último ha sido el arroz, por utilizar una determinada sustancia pesticida que sí permiten a otros países, como la India, que lo exportan a Europa. Aplicable a otros productos que cultivamos, entre ellos las hermosas naranjas valencianas e importamos de otros países, principalmente de Marruecos. Se inició con el vuelco de camiones en Francia, ahora es la UE quien nos prohíbe muchos productos agrícolas y ganaderos, da la impresión de que realmente quieren que seamos sólo el descanso de los jubilados.
Para que no nos quepa duda de que seguimos las directrices de la UE, un componente destacado del Gobierno dijo: “Toda política pública desde ya es climática y no hay alternativa”, la opción es renovables o ser el desierto de Europa, esa va ser la política y, que yo haya oído, nadie a dicho lo contrario. Desierto, no campos de cultivo. Un desierto de molinos o placas solares que cambian el paisaje, quizás previa quema de montes para hacerles sitio; o un desierto de arena, sin presas ni instalaciones hidráulicas para producir energía barata, ni regadíos con los que hacer productiva la tierra de la que alimentarnos, sólo que el agua circule libremente por sus cauces hasta desembocar en el mar, sin que sea productiva. Todo ello porque la UE dice que debemos tener más renovables en todos los ámbitos de nuestras vidas.
En el mes de mayo de 2022, formando parte de lo que conocemos cómo REPowerEU (ahorrar energía, energía limpia, diversificar abastecimiento energético) la Comisión Europea ha aumentado a un 45 % la participación de las energías renovables en todos los países de la UE, pero, siendo generosos, en el 2030 únicamente será del 43,5 %. Para el transporte son más flexibles y las fuentes de energía verde serían del 8 %. Siempre atentos al medio ambiente, a finales de junio del 2022 se dieron cuenta de que lo propuesto no era correcto y acordaron para el transporte reducir un 14 % las emisiones de gases de efecto invernadero. Dirección: la pobreza.
