Opinión

La derecha sin rumbo

Lo hemos visto durante los días anteriores a las elecciones del 23J, salvo en el encuentro televisivo con Sánchez en donde, por poco, Feijóo salió airoso. El resto, y en especial la última semana, podríamos decir como en el 23F: “no está ni se le espera”. Durante todo ese tiempo estuvieron muy alejados de lo que la ciudadanía esperaba. Hablo especialmente del PP, aunque la actuación de Vox -salvo en el encuentro de TV a tres que pasó el aprobado- no estuvo muy acertado. O demasiado acertado por lo que estamos viviendo hoy en día, pero sin saber explicar bien lo que podría suceder en la llamada “piel de toro”, porque los que quieren romper España son los que por su no saber hacer (PP y Vox) con un 3,6% de los votos dictan lo que hay que hacer.

Situación con futuro incierto en la que nos vemos, el PSOE también, por un poder que le corresponde por su buen hacer previo a las votaciones, pero está desperdiciando y dando protagonismo a quien no le corresponde por los votos obtenidos. Sólo Bildu ha subido, los demás han sufrido un retroceso que no se corresponde con los votos que los respaldan. Sus exigencias, que sabemos que llevaban en sus programas y que es lo que siempre han pregonado, no se corresponde con las exigencias que están haciendo. Una pequeña parte se les ha concedido pero son conscientes que habiéndoles concedido esa pequeña porción esperan que cuando llegue la gran apuesta de la presidencia del Gobierno se les concederá, como viene siendo habitual en nuestra democracia, quizás decadente, se les conceda lo que piden en detrimento de otras CC.AA., como Galicia, Castilla y León, Andalucía, Extremadura, Aragón… la “igualdad” en la que creo y que muchos cantan en “la Internacional” desaparece.

Espero que esté equivocado y que el rumbo de nuestra España, ya Hispania por los romanos, enderece su rumbo y se iguale con los países que todos conocemos como democracias, y eso que en la época en que vivimos empieza a ponerse en duda. Pensemos en el futuro con optimismo y confiemos que nuestros representantes piensen en los que los votaron y actúen a favor de ellos. Ser pesimistas es hacerles el juego a los que tras milenios quieren romper España.

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