Opinión

Deseemos Feliz Navidad

La palabra que usamos para definir estos días es Navidad, del latín “nativitas”: nacimiento, lo mismo en todas las lenguas románicas. En los países de habla inglesa se usa Christmas, que significa “misa de Cristo”. Como vemos, nos referimos al nacimiento del Niño Dios, es decir de Jesús, también conocido como Cristo. Muchas veces se ha dicho que en realidad no es la fecha real de su nacimiento; en otros artículos, teniendo en cuenta los hechos reales, quién mandaba, lo acaecido en el cielo, lo descrito en los Evangelios, lo que vieron los Magos, que desapareció y volvió aparecer... fue la conjunción, que se produce cada veinte años, de Júpiter y Saturno, triple al producirse tres veces en el año, que en el año 7 adC se produjo en mayo, septiembre y diciembre. Por todo esto, en esos artículos hemos deducido que sería a principios del mes de septiembre, lo más probable en la fiesta de los Tabernáculos del año 7 adC. De su existencia tampoco lo podemos poner en duda. Muchos escritores romanos -Tácito, Lucio, Suetonio, Tito Flavio, Plinio el Joven, Flavio Josefo, en el siglo III Tertuliano- lo citan. Probablemente se puso en el solsticio de invierno, donde los romanos adoraban al sol que empezaba a crecer y celebraban las fiestas saturnales, que duraban cinco días.

Por tanto, lo que celebramos es el nacimiento del que dijo que todos éramos hermanos, que había que perdonar a todos los que nos hacían mal e incluso, algo que al día de hoy parece inconcebible, poner la otra mejilla cuando te pegan. Dejó un mensaje que no envejece con el tiempo; al contrario, sus palabras resuenan hoy con tanta fuerza y actualidad como cuando las pronunció hace dos mil años. Por eso celebramos su nacimiento y decimos Feliz Navidad. Felices fiestas es una de las formas de evitar que recordemos que ha nacido el hombre, hijo de Dios, que vino a dejar el mensaje maravilloso lleno de realidad y esperanza para toda la humanidad. Lo recuerda Marcos 16:15: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura”.

A los cristianos, más que nunca, tratan de callarlos, incluso en muchos lugares matarlos, las cifras de 2023 son elocuentes: 5.621 cristianos asesinados, 2.110 iglesias atacadas, algunas en España, 4.542 cristianos detenidos. Todo por practicar las enseñanzas del Niño cuyo nacimiento celebramos.

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