Opinión

Einstein tenía razón, pero no totalmente

La fuerza de la gravedad es algo cotidiano, la “sufrimos”, es la que nos permite caminar sin que nada nos levante, es la que hace que si dejamos caer un paquete de nuestras manos acaba en el suelo. Los aviones tienen que ir a gran velocidad para que con la fuerza que genera esa velocidad sea suficiente para que con su peso superen la fuerza gravitatoria terrestre. Cuando aterrizan es al contrario, tienen que buscar el equilibrio para que la fuerza de gravedad de la Tierra no lo haga precipitarse. Existe en todo el Universo y es una de las que mantiene el equilibrio entre los planetas, sistemas solares y galaxias. Influyen en la “vida” de los astros o planetas que están al lado. El ejemplo más cercano lo tenemos en cómo la fuerza de atracción gravitatoria de la Luna rige las mareas de nuestros mares y océanos.

Esa fuerza de la gravedad se conocía, por sus efectos, pero nunca había podido detectarse hasta que el 11 de febrero de 2016, cuando David Reitze, director del experimento LIGO (Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales), anunció: “Damas y caballeros, hemos detectado ondas gravitacionales. La señal, detectada el 12 de septiembre proviene de dos agujeros negros en rotación deformando el espacio-tiempo. Tienen unas 30 masas solares y están a 1.300 millones de años luz. Proceden de la Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea. Piensen en algo de unos 150 km de diámetro, con una masa 30 veces la del Sol, y acelérenlo a la mitad de la velocidad de la luz. Ahora piensen en otro objeto que es 35 veces la masa del Sol y acelérenlo a la mitad de la velocidad de la luz, y entonces háganlos chocar; esto es lo que vimos aquí. ¡Es alucinante!". Además de la señal se ha captado el sonido. A continuación, Kip Thorne (cofundador de LIGO) confirmó: “Fue exactamente como predijo Einstein”. Ahora sabemos que se trasmiten por ondas y se llaman así porque llevan la energía o fuerza gravitatoria, como las ondas de luz trasportan la luz. Estas ondas las predijo hace 100 años Albert Einstein (por eso el anuncio de lo descubierto el 12 de septiembre de 2015 se hizo el jueves 11 de febrero de 2016, día en que formuló la “teoría general de la relatividad”).

Hoy nos encontramos con el mismo problema que en su momento tuvo Einstein, las ondas gravitacionales, según se pensaba conforme a la teoría de la relatividad debían ser continuas. Sabemos que no es así. Los gravitones, aunque con masa, se comportan cómo los fotones de la luz, son ambas cosas a la vez (teoría cuántica) y se desplazan en el espacio “cómo pelotas o balones”. Dependiendo de su fuerza o energía (“peso y fuerza”), sobre lo que caen “hunde” el Universo en ese sitio y acorta distancias. En un ejemplo “grosero” que lo puede explicar, es como si sobre una sábana extendida y flotando lanzamos pelotas, hunden la sábana y hace que los extremos se acerquen. Ahí tenemos la curvatura del espacio-tiempo que produce la materia, como hace 100 años dijo Einstein.

Aunque al tener masa, se hunde la sábana y la luz la traspasa, las ondas gravitacionales son muy diferentes a la luz. Kip Thorne cree que traerán muchas sorpresas sobre el Universo, de hecho se abren nuevos campos de investigación. Hasta ahora lo que conocíamos del Universo, aproximadamente el 5%, era debido a la luz; en el futuro, cuando avancemos más en la tecnología de la detección de ondas gravitacionales será posible ver el Universo a través del la gravedad. Un éxito que, hay que decirlo, es totalmente europeo ya que la NASA por razones presupuestarias lo abandonó. En este trabajo participaron 1.004 autores, según consta en el estudio publicado en el Physical Review Letters.

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