Es uno de los componentes de la capa de efecto invernadero que, entre otros elementos, permiten que nuestro planeta tenga vida, protegiéndonos de las radiaciones cósmicas y solares. Muy cierto que una cantidad mayor de lo normal es perjudicial, pero también es cierto que la Tierra tiene unos sumideros que absorben lo que sobra. En los últimos tiempos, nombrar el efecto invernadero es hablar de negacionistas, lo que interesa al lobby que quiere o está manipulando la humanidad. Lo han pagado muchos, apartándolos de su cátedra, hundiendo su revista científica o lo más reciente: cancelar su charla en el Fondo Monetario Internacional (FMI) al doctor John Clauser, Premio Nobel de Física 2022, de acuerdo con lo denunciado por la CO2 Coalition en un comunicado: “Según un correo electrónico que recibió anoche, el director de la Oficina de Evaluación Independiente del Fondo Monetario Internacional, Pablo Moreno, había leído el folleto de la charla de Zoom del 25 de julio de John y la canceló de forma sumaria e inmediata. Técnicamente, fue ‘pospuesto’. Lo que dijo posteriormente fue: ‘No creo que haya una crisis climática’, y en otra ocasión dijo: ‘El mundo en el que vivimos hoy está lleno de desinformación. Depende de cada uno de ustedes servir como jueces, distinguiendo la verdad de la falsedad en base a observaciones precisas de los fenómenos”.
Es lo que hay, el CO2 tiene en la Tierra sumideros que han actuado siempre: el agua (océanos, mares, lagos, ríos), el verdor de nuestro planeta, la fotosíntesis que hacen al absorberlo nos da el oxígeno que necesitan los seres vivos, humanidad incluida. Sin él no existirían los árboles, nos olvidaríamos de comer frutas, legumbres, leche, carne, pan; en definitiva, prácticamente todos los alimentos y especies que nos alimentan y permiten que vivamos. Ser negacionista es ver lo que es real y no lo que con intereses oscuros trasmiten personas con poder que influyen en gran parte de la “mass media”.
En nota emitida por el IPCC 2023 dice: “La electrificación con bajas emisiones de carbono, los desplazamientos a pie o en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, la salud y las oportunidades de empleo”. ¿Todo tiene que ver con el incremento de 1,1°C que dicen? Seamos realistas, el clima siempre cambia.
