Muchos no creen que se esté utilizando la inteligencia artificial (IA) y bastantes siguen basándose en la acumulación de datos, que es muy importante y en pesados análisis predictivos. La realidad nos está pasando por encima, las empresas más punteras se han dado cuenta y gastan el dinero en lo que ya es hoy una realidad y proporciona beneficios empresariales a corto plazo, lo que hace la inversión más atractiva.
Un parte importante sigue pensando que la IA es la optimización de los datos que se tiene del pasado, y que mediante el análisis y los sistemas predictivos del llamado “big data” es el camino. Se equivocan, la IA se inició en la parte del software que trataba todos los datos acumulados, pero poco a poco se vio que no era suficiente, las desviaciones de las predicciones quedaban lejos de la realidad, por ello utilizaron también sistemas heurísticos, bayesianos, de ecuaciones, diferenciales incluidas, con ajustes para que diesen con los datos de la realidad de año anteriores, incluso teniendo que reajustar para que todo funcionase normalmente. Llegados al punto de poder predecir, con el “modelo” construido, lo que iba a suceder, se pudo pasar a la segunda fase, que fue la de unirlos con los robots, que solo tenían movimiento y respondían la mayoría con grabaciones. La fusión de la programación informática, los modelos basados en lo expresado anteriormente con los test correctos y los robots dio lugar a la IA. Nunca pensemos que un robot se tiene que parecer a un ser humano, hoy los estamos utilizado sin darnos cuenta y con inteligencia, como lavadoras, secadoras, smartphones, bancos, cafeterías, restaurantes…
En la empresa es un momento decisivo para saber proteger los datos, garantizando las leyes de privacidad existentes, y al mismo tiempo obtener la mayor cantidad de ellos posibles, eligiendo bien las herramientas de IA que garanticen una toma de decisiones correcta. Todo ello conlleva un cambio radical en la estructura de la empresa que afecta desde los escalones más altos a los más bajos. Obviamente no se diría toda la verdad, sabiendo que supondrá el despido de una buena parte de la plantilla. Este es el gran problema de la IA y que tenemos que afrontar sin dilación para que no se produzca una catástrofe mundial.
