Opinión

El organismo del NOM

En la UE lo tienen claro desde hace algunos años; así, el 20 de mayo de 2021, en plena pandemia, toma la decisión de promover unas conversaciones a nivel global, en el marco de la ONU, más concretamente en la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la lucha contra las pandemias, ratificada por el Consejo Europeo el 3 de marzo de 2022, donde se prevé: la detección y la prevención precoz de pandemias; la resiliencia frente a futuras pandemias; la respuesta a futuras pandemias, en particular garantizar el acceso universal y equitativo a soluciones médicas, medicamentos y pruebas diagnósticas; un marco sanitario internacional más sólido, con la OMS como autoridad coordinadora mundial de las cuestiones sanitarias; el concepto de “una sola salud”, que conecta la de las personas, de los animales y del planeta. Lo que en la realidad conduce a decidir, por la OMS: emergencia sanitaria, restricción de desplazamientos, certificados sanitarios para actividades, imposición de cuarentenas, acceso a expedientes médicos de personas, censura de discursos no oficiales, control de los medios de producción. También otras acciones: garantizar los contactos políticos de alto nivel, continuos y a largo plazo, entre dirigentes de todo el mundo; establecer tareas y procedimientos claros; promover el apoyo a largo plazo para los sectores público y privado; fomentar la integración de las cuestiones sanitarias en todos los ámbitos de actuación.

Después de la reunión en Lisboa de Bilderberg y la del G7 en Suiza se tomaron decisiones que nos afectan: la defensa de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) de Rusia -Lula no tuvo ningún contacto con el presidente de Ucrania, y el presidente de la India únicamente le saludó con un apretón de manos-; declarar a China como enemigo y que la OTAN se extienda al Pacífico, y por supuesto ir a la eliminación del dinero metálico y dejar sólo el digital (seréis pobres, pero felices). De ahí surgió también la idea de que fuese en la ONU y por votación (lo hizo la inmensa mayoría, más de 180 países), y que la OMS se encargase también del hambre, la pobreza, el cambio climático, las desigualdades… entre las cuestiones más destacadas. ¡Menudas decisiones! Ya tenemos el órgano ejecutor del NOM (Nuevo Orden Mundial), la ONU no sirve, ahora debe mandar la élite y utiliza la OMS.

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