Opinión

Las potencias a lo suyo

Estamos asistiendo tras el "no acuerdo" de la última reunión de Nueva York a una vuelta de tuerca más sobre las energías llamadas "buenas" y "malas", forzando que se tome una decisión en París 2015. Posiblemente un contraataque a las "no decisiones" de Río+20 y de Nueva York aplazadas hasta el 2020. El documento emitido es un malabar de ciencia pura con algo de "política" en la que los científicos posiblemente no hayan dicho nada. Para justificar que se llevan 15 años sin aumento de temperatura y con un incremento sustancial de los gases de efecto invernadero siendo el ritmo de la subida de la temperatura en superficie menor (0,05°C) en los últimos quince años (1998-2012) con respecto a la media de 1951-2012 (0,12ºC), se achaca a que la variabilidad en los periodos cortos (15 años) no reflejan la tendencia a largo plazo. Por ello es curioso que en la presentación del informe en Copenhague se diga que el aumento en 2100 será de 2°C si no se reducen las emisiones entre un 40 y 70%, y que el presidente del IPCC diga "No hay un plan B, porque no tenemos un planeta B". Quizás no se tenga en cuenta que el mes de octubre de 1965 fue más cálido que el que acabamos de pasar en 2014, ni que el invierno de 2012 ha sido el más frío desde 1938 y que en los últimos 150 años la temperatura subió un 0,8°C, así como que el máximo del agujero de ozono antártico en 2014 es más pequeño que en el periodo 1998-2006.

Realmente viendo el trabajos escrupuloso de los científicos no es comprensible que volvamos otra vez a horquillas tan amplias, ni al aumento de temperatura a tenor de previsiones anteriores que se tuvieron que revisar en varias ocasiones, y que no se hable del estudio de los científicos de la Rutgers University (USA) señalando el papel que desempeñan las corriente oceánicas en el clima. Sorprende las prisas para la toma de una decisión en 2015 en París con la caída del precio CO2 de 36 a 3 euros, justo cuando la UE acaba de aplazar la decisión al 2030 (apostando por la energía nuclear), siendo USA ahora la primera potencia petrolífera después de la utilización del "fracking" para la obtención del petróleo y gas, con Rusia sin problemas de combustible y con el Ártico en reserva, y China con 25 nuevas Centrales Nucleares, los grandes a lo suyo.

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