No me refiero a la ola de calor que acabamos de sufrir, que para estos lares no ha sido muy largo y en otras ocasiones hemos soportado altas temperaturas mucho más tiempo, aunque sea cierto que hayamos marcado un día de récord. Me refiero a lo que, año tras año desde los sesenta la provincia viene sufriendo y, desgraciadamente, cada vez con mayor virulencia, amenazando a personas, animales y casas. Hace unas semanas lo hemos visto en Atenas, donde ha causado 85 fallecidos, muchos desaparecidos, casas y animales quemados de los que no se conoce la cifra y para empeorar la situación una tromba de agua convirtió los suburbios de Atenas en torrentes, dejando a vecinos atrapados con sus casas y sus enseres embarrados y destrozados. En California también tuvimos el incendio correspondiente el 31 de julio, con más de diez muertos y la destrucción consiguiente, justo en otro de los lugares estratégicos para las corrientes marinas y aéreas.
En Ourense existe un problema grave con varias vertientes, siendo una de los principales el “abandono” de lo rural. También el fuego es de los que, como ocurre en otras partes muy específicas del mundo, influye en las corriente atmosféricas con el calor y todos los gases de efecto invernadero que se producen. Estoy convencido de que hay pirómanos, de que espontáneamente por abandono de objetos por el hombre se puede producir el fuego, lo mismo que por rayos, terremotos, volcanes… Lo que no entiendo, o sí entiendo pero no tengo datos suficientes para escribirlo, es que la mayoría de los fuegos son intencionados con fines predeterminados. Y aquí lo dejo puesto que no tengo pruebas y solo sospechas razonables.
También es cierto que se podría hacer más en la provincia, pero no es menos cierto que el dinero no llega a los concellos para poder limpiar. Así estamos viendo como muchos caminos están desapareciendo comidos por las zarzas, matorrales, helechos y todo tipo de arbustos que son propiciatorios para que el fuego no se pueda cortar rápidamente y se siga expandiendo, caminos por los que ahora no se puede pasar a limpiar las tierras que por supuesto están llenas de vegetación altamente inflamable. Espero que las medidas que se han decidido tomar y las propuestas de los partidos, que deberían consensuarse, consigan evitar esta plaga.
