Estamos en la época donde los incendios de se extienden por todas las penínsulas, Italia y Grecia entre las más afectadas. Desgraciadamente la mayoría son los llamados “incendios 3.0” (los que son declarados por el Ministerio del Interior al estar en juego el interés nacional). Incendios los hubo siempre, eran antes de los sesenta del siglo pasado causados por tormentas en su mayoría, sin olvidar ciertos producidos por descuidos y alguna mala intención humana. Se centraban principalmente en el sur de Europa, California y Australia. Desde esa fecha se ha ido incrementando la cantidad y la voracidad que ya no respeta nada. Los más optimistas dicen que los provocados son el 60%, pienso como los pobladores que los sufren en los pueblos, que el porcentaje es más alto y que hay muchos intereses espurios detrás de ellos. Quizá es el momento en que todos reconozcamos el esfuerzo y el jugarse la vida de los que por tierra y aire luchan con todas sus fuerzas y de los medios de que disponen para detener y apagar esta plaga que sufrimos cada año.
No voy a negar que, en España, como en otros países, se ponen medios para paliarlos. No son los suficientes porque los bosques en muchas partes son una acumulación de biomasa, que desgraciadamente se extiende a muchos de los caminos que antes servían para ir a los campos, hoy sin trabajar, y lo que es muy triste, sin visos de que se vaya a solucionar. Los bomberos forestales insisten en que la prevención pasaría por incentivar los cultivos en las zonas rurales, se tiene volver a cultivar y construir el paisaje que teníamos en el rural con pastos verdes, así sería más fácil gestionar un posible incendio forestal. No existe ningún plan para recuperarlos, salvo algunas actuaciones restringidas. Ecológicamente es un desastre, las especies que habitaban esos parajes han desaparecido, o muerto por el uso indiscriminado de pesticidas. Ejemplos en las colmenas de abejas, golondrinas, gorriones, que ahora pululaban por las ciudades comiendo lo que pueden y que no es bueno para ellos, lo mismo que las palomas…
Hay que actuar con fuerza limpiando todo el sector agrario no cultivado, donde las distintas administraciones tienen un papel importante. Como mínimo más recursos y que se actúe durante los meses que no existen incendios en la limpieza.
