Oyendo a los políticos en sus mítines me viene a la memoria una profesión muy digna, la de los "charlatanes", que eran capaces de vender lo que les pusieran por delante. Me gustaría que cuando la mayoría de nuestros políticos hablen sean sinceros y piensen lo que ofrecen, que se den cuentan de que vivimos en España y de que el pueblo sabe lo que quiere, que pertenecemos al mundo Occidental con las ventajas e inconvenientes que ello implica. Que olviden lo que dijo "el viejo profesor" Tierno Galván, que "los programas electorales están para no cumplirlos". Llevamos muchos años viendo que eso era una realidad. Ahora, con los movimientos ciudadanos de los últimos años empezamos a exigir que lo que se vota tiene que cumplirse. Ante estas demandas los políticos contestan con silogismos demagógicos tan de moda, con reiterar algo que llevan diciendo toda la legislatura, que la promesa no cumplida se va realizar si ganan los próximos comicios, siempre habrá menos impuestos, y ahora lo último, cambiar la Constitución para satisfacer las peticiones de alguna comunidad autónoma, e incluso en palabra de algunos reflejar "de forma plástica" que Barcelona sea cocapital del Estado, para dejar claro "que se asume y reconoce" la plurinacionalidad. Veremos más, ya que otros dicen que hay que romper el candado del 78. Tenemos y tendremos ofertas para todos los gustos, es necesario satisfacer a las otras CCAA y algunas llamarlas “naciones”, cómo ya reclaman (Euskadi), con partidos dispuestos a concederlo retrocediendo 500 años.
Pasamos de culpar a la época dictatorial a que la "transición" fue un "trágala" para gente cómo Santiago Carrillo, Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Redondo, entre otros, que cedieron a las presiones de los que venían del régimen franquista, con lo que concluyen que la Constitución fue impuesta y es franquista. Lo mismo que se justifica no cumplirla porque son muchos los que por edad no la votaron, supongo que estarán pensando en la de EEUU, Francia V República, Alemania, Suecia y tantos países que la tienen desde hace años. Hay que modificarla, lo he reiterado en otras ocasiones, pero nunca para resolver problemas políticos.
