Opinión

Trágala

Una canción que los liberales españoles utilizaban para humillar a los absolutistas tras el pronunciamiento de Riego en Cabezas de San Juan, que dio comienzo al Trienio Liberal que se inició en 1820 durante el reinado de Fernando VII. La canción dice: “Por los serviles/ no hubiera Unión/ ni si pudiera/ Constitución./ Pero es preciso/ roan el hueso./ Y el liberal/ les dirá eso:/ trágala, trágala,/ trágala, trágala,/ trágala, trágala,/ trágala, perro”. En este mismo sentido lo recoge el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE ) en su primera acepción: “Canción con que los liberales españoles zaherían a los partidarios del gobierno absoluto durante el primer tercio del siglo XIX”, y en la segunda, el que se ha hecho popular: “Hecho por el que se obliga a alguien a aceptar o soportar algo a la fuerza. No paso por ese trágala”. El pronunciamiento que contaba con “Las tres premisas inexcusables de este fenómeno de la España del siglo XIX: la lejanía de la capital, la lectura de un bando o manifiesto y la existencia de un caudillo”, terminó cuando el rey juró la Constitución de 1822 o “La Pepa” como es conocida al ser aprobada el 19 de marzo de 1812, día de san José. Participaron diputados de América, Asia y España. Estuvo poco tiempo en vigor, lo volvió a estar tras la jura del rey, en ese momento, porque el pronunciamiento no dejó salir los barcos hacía América para sofocar las insurrecciones y se acabó el Imperio Español.

Doscientos años después nos encontramos con un problema, diferente del descrito, pero que nos están diciendo trágala, ahora en la segunda acepción del DRAE. No sólo en España, sino en Europa y en general en Occidente. Nos adormecieron. El último paso lo tenemos en el confinamiento del covid, del que no hemos despertado. Con sus leyes, con el consentimiento implícito de casi todos los que mandan, elegidos o no, se saltan los elementos básicos de la democracia en nombre del bien común; la excepción es cuando les toca de cerca, entonces modifican la ley. Lo hemos visto en la protección del lobo, hasta que uno se comió un poni de una alta jerarquía, o con las energías, cuando fue necesario se usó carbón y se declaró verde la energía nuclear. Ahora lo vivimos con los candidatos a presidentes de Gobierno en España, dispuestos a pactar con quien les dé los votos, alguno con restricciones.

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