Opinión

Volvemos a lo mismo y más

Las plutocracias que pretenden someternos y reducir la población vuelven a actuar; lo hacen sin disimulos, sabiendo que controlan los grandes organismos mundiales. La pandemia (anunciada en el mes de octubre y noviembre anterior, en 2019) ha sido un banco de pruebas. En Occidente la mayoría de políticos y medios de comunicación han abrazado sus causas, algo que habrá que analizar con cuidado para liberarnos de la opresión a la que nos quiere someter; cierta falta de libertad ya la notamos. Al margen de la nueva pandemia que nos han predicho, tenemos ejemplos de su modo de actuar con en el cambio climático, apoyándose en la aparición normal del conocido El Niño, que según sus apocalípticas predicciones elevará “hasta límites desconocidos” la temperatura global, y eso lo advierte la ONU, incapaz de frenar y pacificar las guerras y la hambruna que sacude a países enteros, incluida la de Ucrania con Rusia. A este pronóstico se une la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que dice que hay un 98% de probabilidades de que se supere en los próximos cinco años el récord de calor alcanzado en 2016, y pide “estar preparados”… Se espera que en los próximos meses el episodio de El Niño ejerza un efecto de calentamiento que, unido al cambio climático causado por las actividades humanas, “elevará las temperaturas mundiales hasta límites desconocidos”, según el secretario general de la OMM. Olvidando los datos científicos que, en la peor de las situaciones, el impacto humano es del 10%, donde la contaminación de los camiones y coches es del 1%. 

Todo únicamente aplicable a occidente, que es una mínima parte, y donde sus normas reducen la agricultura, pesca y ganadería. Cierto que para el resto reservan que continúen con más de 500 años de retraso, dándole abortivos en ciertos medicamentos, lo que con la hambruna y luchas tribales disminuye la población. Las élites globalistas y sus secuaces quieren reducir la población. Algunos se atreven a dar una cifra de 3.000 millones de habitantes. Para poner la guinda, el proyecto de Bill Gates para paliar el calentamiento producido por el Sol -¿no decían que era la humanidad?- de lanzar a la atmósfera toneladas de polvo de carbonato de calcio no tóxico. El único país que hasta el momento se opone es Suecia.

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