Opinión

Mi querida vecina

CARTÓN (8)
photo_camera Alba Fernández.

MIÉRCOLES, 26 DE JULIO

Es mi vecina. A veces dialogamos en la puerta sobre la vida. Siempre sonríe con su anciano y achacoso perro a su lado. Cierto, siempre sonríe, aunque algunas veces la vida la trata con crueldad. Le tengo admiración. Dicen que el ser humano cuando habla con alguien ha de lograr que la otra persona quede más alegre y más feliz. Ella es de ese tipo de seres.

Ayer me contó de su padre minero. Ella nació en un pueblecillo de la cuenca minera asturiana. “Me entristecía cuando lo veía salir del fondo de la tierra, el mono lleno de polvo, la cara ennegrecida y tiznada”. De pronto se echa a reír: “¿Sabes?, no hace tanto cumplí mi sueño: llegar a la plaza del pueblo triunfadora y en helicóptero. No creas que era por presumir, era una obsesión de mi infancia”.

Conocí mucho al que fue su marido, Paradela. Cielo santo, era como ella. Tenía sus valores, le gustaba la filosofía, éramos jóvenes y teníamos largas charlas sobre cómo arreglar el mundo. Era un buen piloto de rallis. Un aciago día se mató en un accidente. Ella no se arredró.

Pero aún no te he hablado de ella, hermano lector. Pues escribo sobre Mabel, “Curra” para todos. Regenta un pequeño y original comercio en la calle Concordia. En su faceta de comerciante compitió y compite con las grandes marcas de ropa. Su secreto es que se desplaza a donde haga falta para conseguir unas prendas con su personalidad y estilo.

No hace tanto escribí sobre su hijo, Luis. No podía ser de otra forma, dedica su vida a los más desfavorecidos. Estuvo al lado de Teresa de Calcuta y trabajó mano a mano con el mítico Vicente Ferrer. Se involucró en el proyecto de conceder pequeños créditos a la gente de África para que iniciasen un pequeño negocio. Funcionó. La última vez que lo vi venía de trabajar duro en Turquía, cuando el terremoto.

Mujer con coraje, allá se fue a Camerún y se trajo a Christelle, su hija. Hizo estudios universitarios y hoy trabaja en una importante multinacional. Es una chica alegre, culta y sin complejos.

Pero quiero hablar de Curra, tan sabia, tan libre y tan valiente. Me sorprende su fortaleza para sobreponerse cuando los hados no soplan a su favor. Sí. Siempre sonríe. Una vez la vi llorando solitaria en un banco. En aquel Ourense tan encogido, siempre fue guerrera con su estilo castizo de hija de la minería. Jamás le he oído decir algo malo de una persona.

No hace tanto le pregunté si era cierto que fulanos adinerados dejaban su tarjeta en las tiendas para que alguna mujer en apuros económicos pudiese comprar el vestido anhelado. Ella me dijo: “Existe esa leyenda, siempre hay gente sin escrúpulos, pero mis clientes jamás me insinuaron nada”.

(Se jubilará a fin de año. Pero Curra me dijo: “El que ha perdido las ilusiones ha perdido el camino”).

 

JUEVES, 27 DE JULIO

Me he llevado una gran alegría. En Suecia, en todos los colegios han suprimido la enseñanza digital. Regresan al libro físico, al cuaderno y al bolígrafo. El Gobierno tomó la acertada decisión al comprobar que los alumnos se quedan sin memoria, la reflexión se anula, el lenguaje mengua y la adicción a las pantallas es más que peligrosa.

Lamentablemente, aquí seguimos embobados por la cibernética que nos lleva a algo así como a la destrucción del alma.

Tengo en las manos un artículo de Juan Manuel de Prada, al que conocí en Verín donde, con su familia, acostumbraba a pasar temporadas estivales para aquello de “tomar las aguas”. Él insiste en que esta maldita educación digital incluso incapacita para el esfuerzo personal.

De Prada, que se considera un “pesimista esperanzado”, confía en la capacidad que el hombre tiene para nacer de nuevo. Escribe en su lúcido artículo: “Es el momento de apartarse la venda de los ojos. Debemos atrevernos a dar un paso atrás para renegar de la educación digital y de los experimentos desquiciados con los que tratan de dañar a nuestros hijos”.

 

VIERNES, 28 DE JULIO

(Ha llegado el verano, y como canta Bob Dylan, es el momento de partir. Bueno, hermano lector, nos veremos en septiembre).

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