Opinión

Adiós al villano

Ha pasado de dirigir a un equipo competente y no conseguir sacar más que el mínimo exigido a liderar un proyecto global en el que el reloj es su mejor aliado. El responsable de darle la razón a dogmas de fe iniciales pero ahora creíbles.

Sustentado en su puesto casi a capricho. Ahora, a posteriori, suena casi heroica esa postura. Una idea quijotesca pero ya sin molinos ni doncellas imaginarias. Una idea que tiene el camino trazado hacia una meta tangible y factible para nada supeditada a un ascenso inmediato. El éxito de este proyecto nunca pasó por la Liga ACB aunque Ourense vuelva a hablar de ella.

Tiene mucho que decir este entrenador en ello. Quizá todo. Ahora suena a palmada en la espalda pero sería injusto no hacerlo. Mez-quino cuando en el polo opuesto sí se le criticó y con contundencia.

"Siempre bien", responde cada vez que se le pregunta por su estado de ánimo. Mimetizado entonces con su equipo. Cada vez mejor.

Ya no importa lo que pase en lo que resta de temporada. El juego del equipo ya vale la nota final a la temporada. Enhorabuena.

Cuesta en un club acostumbrado a la camisa de fuerza disfrutar desde la silla y no desde el diván de un final de temporada. Queda lo mejor. Este COB es un regalo seguro. Incluso para el aficionado más exigente. Baloncesto de mucho nivel en cada partido. Notable cuando los porcentajes no son buenos. Brillante cuando además entran desde el perímetro. El que prueba repite y el boca-oreja que dice mi 'hermano' Montero ya hace efecto.

Ahora toca presumir de equipo en Palencia y luego disfrutar de él en el Pazo ante el Lleida. Lástima que la liga no sea de 40 equipos. Ourense se merece un banquete. El hambre ha sido mucha. Un COB opíparo para una Paco Paz exigente.

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