Seis victorias tenía el COB la temporada pasada a estas alturas. Estaba una por encima del descenso, había cambiado dos veces de entrenador y había fichado a Fahrudin Manjgafic, Jhornan Zamora, Txemi Urtasun y Kur Kuath. Y todo con un presupuesto mayor que el de esta temporada.
En esta liga, el COB está en puestos de descenso por presupuesto, pero ocupa zona de play off. Quizá tenga algo que ver en ello el darle continuidad a los que fichan y entrenan, hacerlo con criterio y empezar la pretemporada a la hora. Pero incluso así, es casi un “milagro” estar a finales de febrero virtualmente salvamos y soñando con algo más. Con el presupuesto que tiene el COB lo normal es estar abajo, sufriendo porque salga cara otra vez.
Igual que el equipo no se conforma con lograr el objetivo, el club tampoco puede seguir conformándose. Igual que sale a la calle cada semana para aumentar la masa social, en lo económico no vale con administrar lo que hay. No puede ser que por segunda temporada consecutiva el equipo no tenga patrocinador principal, que el presupuesto lo marquen las subvenciones y los abonados. Lo que hay es la base para consolidar el proyecto, pero toca crecer y mejorar.
Los fichajes que se están haciendo en la liga avisan de la competición en la que se juega, la ambición de los rivales y lo que subirá todavía la campaña próxima. El equipo le ha dado al club la tranquilidad para volver a cuadrar el presupuesto sin retoques, pero a la vez lo retrata y lo obliga a dar un paso más este verano. Sin excusas. El COB tiene que crecer al ritmo de la liga en la que juega.
