Tres meses después de conseguir la permanencia en la pista el COB se quedará sin pla- za en LEB Oro en los despachos. Lo nunca visto en un club demasiado acostumbrado a ver de todo y a no sorprenderse con casi nada.
La manida mirada hacia las instituciones tiene argumentos pero no es ahora la culpable de la si- tuación. El Consejo de Administración, en ninguno de los 100 días que han pasado desde el último partido, abrieron la boca. Ni para pedir ayuda ni para ceder el paso. Apretaron los dientes y trata- ron de prolongar un proyecto resquebrajado eco- nómica y socialmente la campaña pasada y que ahora se queda sin el único pilar al que se aferra- ban para defender la gestión. El COB y sólo el COBha perdido una plaza que es de la afición y de los ourensanos. Otra cosa es que el esfuerzo posterior sirva para cumplir los requisitos federativos y que por lógica debiese ser suficiente para que el COB tuviese plaza en la LEB Oro. No hay argumentos para dejar en 14 equipos una Liga que aspiraba a ser de 16. Suena a broma eliminar a un equipo cuando todos los deportes y competiciones tienen problemas para evitar la desaparición de plazas cada verano. Paradójico en una semana en la que la ACB lamenta la pérdida del Bilbao. Demoledor en Ourense en un verano negro.
La FEB no actúa por lógica. El COB sí debe hacerlo. Primero pedir perdón, luego inscribirse en LEB Plata y no enterrar al baloncesto ourensano.
