Opinión

La balanza


Un fichaje para una nota, un estilo y una imagen. El COB está rumiando el pívot que completará la plantilla y lo hace a conciencia porque sabe que de ese nombre saldrá mucho de lo que pase a corto plazo. Dirá qué nivel tiene el equipo, pero también cómo tendrá que jugar y, no menos importante, la ilusión que genera de antemano en una afición ahora mismo optimista. 

No es un problema de dinero ni de dedicación. El COB se ha guardado “poderes” para tratar de convencer al jugador por el que pelee y entre el director deportivo y el entrenador doblan la jornada laboral buscando lo que no aparece. No es fácil.

A estas alturas, el mercado es rácano en número, pero a la vez permite soñar con algún descarte o rezagado que sería imposible un mes antes. Ahora mismo domina lo primero y el COB no encuentra el “cinco” que realmente le gustaría. Gustaba Rauno Nurger y no hubo opción, lo intentó con Earl Watson y no quería, Brandon Walters prefirió una oferta mayor y el último en darle calabazas fue Danny Agbelese.

Llegados a este punto el COB empieza a jugar contra el reloj y contra sus propias ideas. Por miedo a que la pretemporada se eche encima o a que no aparezca nada mejor, tiene que decidir si se salta algunas de sus líneas rojas y cambia de rumbo en el mercado. Ahí entraría también un giro en el estilo.

Con Chaz Williams y Shawn Willet el COB apuesta por un baloncesto atrevido, rápido y con espacios para que anoten o generen ventajas. Un baloncesto para el que eran perfectos todos los que no quisieron ser.

Sandi Marcius es otra cosa. Capaz de anotar con facilidad y solvencia en la zona y de rebotear bien en ataque, pero su estilo es todo lo contrario a lo que se buscaba hasta ahora. Con él tocará saber equilibrar el juego a la carrera con la pausa pasa que pueda ser importante (llegar) el croata, el bloqueo directo  y espacios para buscar el aro o encontrar a los tiradores con más presencia interior, poste bajo y equilibrio. 

El despacho apura por si aparece la opción del “cinco” que haga volar al equipo y a la grada, pero si no lo ficha que nadie dude que no habrá sido porque no se ha buscado e intentado.

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