Opinión

Llega lo mejor

No va más. Ni para el COB ni para el Clavijo, aunque las sensaciones y la presión sean distintan. Con este formato de competición en el que los play off solo mantienen el nombre, el marcador de la ida convierte la vuelta en los más parecido a ese quinto o tercer partido de desempate que tantas veces ha jugado el COB.

No hace falta explicarle a Ourense de qué va esto ni lo que está en juego. Mes de mayo, manga corta, play off y baloncesto. Un año más acudirá al Pazo a arrimar el hombro para que su equipo salga adelante. No importó que ante el Cantabria fuese un miércoles ni que hubiese competencia en la televisión, el Pazo nunca le falla a su equipo y tampoco lo hará el domingo.

Tampoco hay que explicarle a los jugadores lo que se juegan. Todos han estado en partidos clave y en días marcados en rojo. Es su profesión y han venido aquí para cumplir con el objetivo. Lo que quizá no visualicen todavía es en lo que se convertirán si lo sacan adelante. Lo que pasarán a ser si acaban ascendiendo en una ciudad en la que el baloncesto hace décadas que dejó de ser solo una moda.

El Clavijo llegará convencido de que se llevará la eliminatoria y sin la obligación de conseguirla para cumplir con la temporada. Jugará en un Pazo que tendrá la misma convicción de que su equipo no va a fallar y que se va a plantar en una última eliminatoria que ya de por sí garantiza un último partido de “lleno hasta la bandera”.

La balanza la desequilibará en lo que crea el COB. Si entiende que el borrón y cuenta nueva ha sido real y que ahora es capaz de competir siempre y de ganar la mayoría de las veces. Porque es mejor mejor equipo, pero también porque debe tener la misma o más hambre que el rival. Y también tranquilidad, confianza y valentía. Tranquilidad si va ganando, confianza en su juego si va igualado y valentía si está a remolque. Cada vez que dude estará el Pazo para levantarlo, pero si además no duda ahí está su afición para hacerlo volar.

Desde la primera defensa hasta el último rebote. Intensidad máxima y confianza absoluta. Ahora sí que es la hora de la verdad. Momentos inolvidables de una profesión fugaz y apasionante. Días para disfrutar y dejar el miedo en la taquilla.

Te puede interesar