Opinión

Ni uno menos

Lo peor de esta situación, salvo para las víctimas y sus familias, es la incertidumbre. El escuchar y tener que decidir si creer o no que todo lo conocido no volverá. Me niego a creerlo. Aceptar y arrimar el hombro en todo lo que sea necesario mientras no recuperamos esos momentos, pero confiando siempre en que seremos capaces de lograrlo y seguro que batiendo plazos. 

Estamos sabiendo vivir y esperar entre cuatro paredes y sabremos hacerlo entre mamparas, a dos metros de distancia o con un casco de moto si hace falta, pero siempre para estar mejor que el día anterior. Aunque a veces nos cueste tanto creer en los que mandan y en los que critican a los que mandan.

En momentos de distanciamiento, más unidos. En momentos duros haciendo todo lo que podamos para potenciar las cosas buenas que nos sigan haciendo ilusionarnos y tener ganas de que llegue el día siguiente.

Hasta que recuperemos nuestras rutinas será más importante que nunca salvar todo lo que nos ha hecho y seguirá haciendo vivir. El Rally y nuestro deporte serán fundamentales para que tengamos ilusión, ganas, entretenimiento. Si ya eran importantes, ahora serán vitales. El rayo de luz para muchos que hoy lo ven todo negro.

Ahora, más que nunca, es vital no dejar a nadie atrás en nuestro deporte. Con o sin público al principio. Con objetivos más o menos ambiciosos. Quizá en fechas poco habituales, pero tenerlos. Con los medios de comunicación redoblando esfuerzos para ser los ojos de los aficionados mientras no puedan ver a sus equipos o, precisamente, para hacer que puedan verlos aunque sea desde la pantalla.

A Ourense le toca devolverle al deporte la ilusión que nos ha dado. Hoy el Rally no se suspende, solo cambia de página en el calendario. Hoy no tenemos equipos ni deportistas en competición, pero nos toca, cuanto antes, darles la palmada en el hombro y dejarles claro que todo esto pasará y que nosotros los estamos esperando.

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