Opinión

Uno de los nuestros

Pasó de 'pollito' sin cabeza a base valiente, lúcido y decisivo. Llegó desnortado desde Pamplona y en Ourense encontró el equilibrio que debe guiarlo hasta ratificarse como jugador a tener en cuenta en la liga o incluso a arañar minutos en una superior.

Se disfraza en la pista de jugador de playground y apariencia de chico malo pero se le mojan los ojos cuando las cosas le salen bien y recibe la palabra de apoyo que necesita para acabar de creérselo. Este chico vale para esto y aquí lo entendió.

Ourense cambió su carrera y debería ser un punto de inflexión. Lo sabe. Pero no debe nada. Más bien lo contrario. El Pazo le estará siempre agradecido. Si Pedro Rivero es el Nacho Suárez del 2015, Christian Díaz es Nacho Estany.

Empezó la temporada aspirando a disimular el cambio de base y acabó reclamando y consiguiendo los minutos importantes. Clave en la recta final de la temporada. Puso al Pazo en pie cada vez con más frecuencia.

Es el último en pasar por aquí a recibir el aplauso que se merece. Antes fueron Marcos Suka- Umu y Edu Martínez. Él cierra el círculo.

Esté en Ourense o no el año que viene, suyo será también el mérito del estreno en la ACB en el primer partido de liga. Quizá lo vea desde la pista, en la tablet o por televisión pero ese día Christian Díaz sacará pecho y se volverá a emocionar sabiendo que su esfuerzo habrá tenido recompensa. Como esta noche se emocionará su afición recordando la temporada que hará posible ese partido y los que vengan después. Toca ponerse en pie para recibir a uno de los nuestros. 

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