Opinión

Recortes sí, pero no en esto

Danny Agbelese fue el último en llegar y ha sido el primero en marcharse. El pívot nigeriano se metió al público en el bolsillo en el primer minuto del primer partido e hizo lo propio con el resto del equipo con el paso de las jornadas. De complemento a pieza fundamental.


Su marcha a la Liga ACB es tan inevitable por el club como preocupante para él mismo. Agbelese era morfina para una herida abierta y difícil de cicatrizar. El pívot justificaba la afluencia a un Pazo que la directiva no consigue caldear. Y eso, por muchas coartadas, explicaciones o planes que se puedan 'vender' no tiene réplica.


No importa que lo bueno esté por llegar o que la culpa sea del gato. Faltan cinco meses para pensar en la ACB desde el punto de vista del público y a ése es al que hay que rendir cuentas. El coraje y la implicación no la niega nadie pero no evita que la grada disfrute igual que cualquier otra con los mates y los tapones. ¡Y que decir de las victorias!


No vale todo. Y menos en una ciudad que tiene callo con este deporte y ya ha visto de todo. El Pazo sabe diferenciar la marca de la falsificación a primera vista.
Toca apretarse el cinturón, cierto, pero no a costa del equipo y de la grada. ¿Cuánto cuesta el fichaje nuevo hasta final de temporada? Volvemos al error de base. Llegados a este punto no es suficiente con saber administrar. Toca demostrar que se sabe buscar y sobre todo conseguir. Si esto ocurre en la LEB Oro da miedo pensar lo que puede pasar en la ACB.

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