Opinión

El antídoto contra la cultura del miedo

La alineación de los mandos intermedios con los intereses del consejero delegado y la compañía es un asunto que a menudo pasa desapercibido pero que tiene un profundo impacto en la salud y el éxito a largo plazo de una organización. 

Cuando entra en juego la cultura del miedo en las empresas, se vuelve un problema totalmente insidioso que puede minar la moral de los empleados, socavar la innovación y frenar el crecimiento. Esto se manifiesta a través de la falta de comunicación abierta y honesta y la sensación constante de que las decisiones y acciones individuales están sujetas a represalias. 

Como si del mordisco de una mamba negra se tratase, su veneno silencioso puede propagarse rápidamente y desgarrar el tejido de cualquier organización. 

Una de las razones fundamentales detrás de la cultura del miedo es la falta de alineación entre los mandos intermedios y los objetivos de la alta dirección. Cuando los líderes de las diferentes áreas de negocio no comprenden o no están comprometidos con la visión y la estrategia del CEO y la compañía, es más probable que busquen estrategias de supervivencia personal en lugar de trabajar hacia el bienestar de la organización en su conjunto. Esta dinámica crea una atmósfera de desconfianza y miedo. 

Para contrarrestar la cultura del miedo, es esencial que todos estén alineados. Esta alineación implica una comprensión profunda de la visión y los valores de la organización, así como un compromiso genuino para llevar a cabo esa visión. 

La alineación comienza con la comunicación. Esto conlleva que desde arriba se comuniquen de manera efectiva objetivos y expectativas. Cuando los mandos intermedios están al tanto de la misión y los valores de la empresa, es más probable que se sientan parte integral de la misma. 

Además, los mandos intermedios deben comprender sus roles y responsabilidades con claridad. Esto evita siempre malentendidos y malas interpretaciones que pueden llevar a lo que nos ocupa, la cultura del miedo. Si todos conocen sus funciones y se sienten empoderados para tomar decisiones dentro de su alcance, se promueve un ambiente de confianza. 

Involucrar a los mandos intermedios en el proceso de toma de decisiones también puede ser beneficioso. Esto no significa que deban tomar todas las decisiones, pero sí implica que sus opiniones y conocimientos son valorados y considerados. Cuando los líderes de nivel medio se sienten parte del proceso, es menos probable que alberguen resentimientos o temores. 

Desde una perspectiva empresarial, es sumamente esencial invertir en el desarrollo de habilidades de liderazgo para los mandos intermedios. La capacitación y el apoyo para estos líderes les permiten desempeñarse de manera más efectiva. Así mismo, el reconocimiento y las recompensas deben estar alineados con los comportamientos y resultados que impulsanlos objetivos de la organización. Esto asegura que los líderes de nivel mediosean incentivados a trabajar en beneficio de la compañía en lugar de buscar intereses personales. 

Generar un ambiente de mayor confianza es vital. Enfocarse en una comunicación abierta y honesta, compartiendo regularmente la visión de la empresa y la estrategia a seguir puede llegar a ser el antídoto contra un veneno que puede ser devastador a nivel empresarial. Está en nuestras manos.

Te puede interesar