Opinión

El Black Friday más deseado

Echando la vista atrás a un fenómeno relativamente joven en nuestro país, el Black Friday, que tradicionalmente se celebra el día siguiente al Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos, tiene sus raíces en el siglo XIX. Durante décadas, fue considerado el inicio de la temporada de compras navideñas y el momento en que las tiendas físicas ofrecían grandes descuentos para atraer a los compradores. 

Sin embargo, con la aparición y crecimiento del comercio electrónico en las últimas décadas, el Black Friday se ha expandido más allá de las fronteras estadounidenses y ha encontrado un nuevo hogar en Internet. A medida que las empresas adaptaron sus estrategias de ventas al mundo digital, el Black Friday se ha convertido en un evento global en el que los compradores de todo el mundo pueden acceder a ofertas y descuentos sin tener que hacer colas en las tiendas físicas. 

Claro está que los meses de noviembre, diciembre y enero son cruciales en la venta de muchos negocios. El Black Friday marca el comienzo de la temporada de compras navideñas, y las ofertas y descuentos significativos atraen a multitud de consumidores online. Los retailers se preparan con meses de anticipación para satisfacer la demanda, asegurándose de que sus ecommerces estén optimizados y sus inventarios bien surtidos. 

Lejos de quedarse en un único día de saldo, el fenómeno se ha expandido a lo largo de todo el fin de semana incluyendo el Cyber Monday, otra fecha clave en el calendario de compras. 

El impacto económico de este fenómeno de consumo es innegable a todos los niveles. Cada año se baten records de ventas online y se generan ingentes ingresos para las empresas que participan en él. A medida que las empresas generan mayores ingresos, aumentan su capacidad para invertit en expansión y generación de empleo a largo plazo. Además, el aumento en el gasto del consumidor durante el viernes negro y la temporada navideña en general, contribuye al crecimiento económico. 

Admitámoslo, no todo es jauja, para que el Black Friday sea un éxito total y rotundo para los ecommerces y comercios tradicionales, es fundamental valerse de la implementación de una estrategia efectiva que atraiga a los consumidores y maximicen sus ventas. La planificación es esencial para el éxito. Como avanzaba, es vital prepararse con meses de antelación, evaluando inventarios, optimizando ecommerces y desarrollando estrategias de marketing efectivas que incluyan la creación de campañas de emailing, publicidad en redes sociales y la optimización de palabras clave para atraer tráfico.

Las ofertas y descuentos atractivos son el corazón del Black Friday. Los retailers deben ofrecer descuentos significativos y destacar la exclusividad de las ofertas y la limitación en el tiempo para crear un sentido de urgencia. 

Una vez pasada esta época, ya debemos estar pensando en el siguiente año. Después de la vorágine, es importante realizar un seguimiento y análisis de los resultados. Las empresas deben evaluar el rendimiento de sus estrategias, determinar qué productos tuvieron un mejor desempeño y obtener información sobre el comportamiento de los compradores. Esta información es valiosa para futuras estrategias de ventas y marketing. 

A día de hoy, el Black Friday se ha convertido en un evento esencial para el comercio electrónico y con un futuro brillante. Cada vez más global, y con múltiples posibilidades de llegar a audiencias más amplias, no podemos perder de vista la innovación en tecnología, la experiencia del cliente y el interés creciente de los consumidores en empresas social y ambientalmente responsables, algo que podría influir en las decisiones de compra si nos quedamos atrás. Se hace cada vez más necesario el ir un paso por delante.

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