Opinión

Un día de tradición, cultura y cada vez, más negocio

El Día de Muertos en México, que se celebra el próximo jueves, es una de las festividades más icónicas y significativas de la cultura mexicana. Aunque en esencia es una celebración dedicada a honrar a los seres queridos que han fallecido, en las últimas décadas ha evolucionado de muchas maneras, convirtiéndose no solo en una manifestación cultural arraigada, sino también en un importante motor económico. 

El corazón de la celebración del Día de Muertos es el altar de ofrendas, conocido como “ofrenda” o “altar de muertos”. Estos altares están llenos de elementos simbólicos, como velas, flores, comida, retratos de los difuntos y objetos personales. Las familias pasan horas preparando estas ofrendas con gran detalle y devoción. 

Esta fecha tan señalada en el calendario mexicano ha experimentado una evolución que lo ha transformado de una festividad puramente tradicional a un negocio en crecimiento. El Día de Muertos se ha convertido en un imán para el turismo nacional e internacional. Las celebraciones en ciudades como Oaxaca, Pátzcuaro y Mixquic atraen a miles de visitantes que desean experimentar de cerca esta festividad única. Los hoteles, restaurantes, y comercios locales se benefician enormemente de este flujo de turistas. 

Las artesanías relacionadas con el Día de Muertos, como calaveras de azúcar, papel picado y alebrijes, son muy populares entre los turistas y los propios mexicanos. Los artesanos locales dependen de la venta de estos productos para su sustento. La comida también es un elemento central de las celebraciones de Día de Muertos. Pan de muerto, calaveras de azúcar y tamales son solo algunos de los alimentos tradicionales que se consumen durante esta festividad. Los restaurantes y panaderías ven un aumento significativo en sus ventas durante esta temporada. 

Si bien el turismo destaca, este tiene mucho que ver con el cine y el entretenimiento, concretamente gracias a dos películas en particular que han tenido un impacto significativo en poner en el mapa más si cabe esta bonita tradición: Coco y la franquicia de James Bond. 

“Coco” logró capturar la esencia y la belleza del Día de Muertos de una manera que resonó profundamente tanto en los espectadores mexicanos como en el público internacional. La película fue aclamada por su representación auténtica de las tradiciones y símbolos del Día de Muertos, así como por su emocionante narrativa. Como resultado, desempeñó un papel importante en la promoción de esta fecha en todo el mundo. 

La influencia de la festividad en la cultura popular también se hizo evidente en la película de James Bond “Spectre”, que se estrenó en 2015. La franquicia James

Bond no solo atrajo la atención de una audiencia global, sino que también proporcionó una plataforma para mostrar la riqueza cultural de México. 

El negocio que gira en torno al Día de Muertos en el país es innegable. Cada año, la festividad genera una gran cantidad de ingresos, derramas como dicen allá, en diversas industrias. 

A pesar de los beneficios económicos, la comercialización del Día de Muertos también ha generado críticas y preocupaciones. No obstante, es innegable que en unos días el pueblo mexicano celebrará una fecha profundamente arraigada en la cultura mexicana. Las familias dedicarán tiempo y esfuerzo a la creación de altares y la celebración de sus seres queridos fallecidos. El Día de Muertos continuará siendo un momento para la reflexión, la celebración y la conexión con las raíces culturales. Un día para honrar a los seres queridos que ya no nos acompañan de una manera realmente especial.

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