Opinión

La red bajo la Solana

Más allá de los últimos escándalos de la compañía el cambio de nombre de su matriz, la reorientación de Facebook hacia el metaverso sigue levantando polémica. Uno de los mayores debates al respecto, especialmente en la comunidad criptográfica, es que bajo esa nueva marca se esconde la perpetuación de un modelo de red social centralizado, en el que Facebook siga tomando las decisiones y acote su espacio a las iniciativas o empresas que considere oportunas, al igual que ya hace con su criptomoneda Diem.

El auge de las redes sociales y la concentración de su poder en tan solo unas pocas empresas genera cierta incertidumbre sobre su futuro. Cada vez ganan más peso las iniciativas a favor de la descentralización gracias al blockchain, que por su naturaleza criptográfica crea un entorno de mayor seguridad y veracidad de los contenidos, algo especialmente importante cuando esta información son nuestros propios datos personales: ubicaciones, intereses, contactos…

La Web3 Foundation es, desde el 2017, una de las entidades clave en la carrera hacia un Internet descentralizado y justo donde cada persona controlaría sus datos, su identidad y qué hacer con ellos. Sería la web 3.0, la tercera gran evolución de Internet. Mientras que la web 1.0 era unidireccional, con todo el poder en manos del emisor del mensaje, la web 2.0 empezó a poner en el centro las interacciones de los usuarios. Así surgió el comercio electrónico y también las redes sociales, las plataformas de conversación entre usuarios que actualmente copan la mayor parte del tráfico en Internet y que están operadas por grandes empresas que deciden qué hacer y cómo dentro de sus territorios de forma unilateral, sin intervención de los usuarios finales: monetización, censura, filtrado y orden de contenidos…

Las redes sociales descentralizadas surgen como respuesta a la dominación de gigantes como Facebook o Google, y buscan devolverle el poder a los usuarios eliminando la autoridad central de estos titanes tecnológicos que favorece el sesgo y las malas prácticas con el fin de aumentar sus beneficios. El uso de algoritmos, principalmente para hacernos pasar más tiempo dentro de la plataforma o generar mayores interacciones, o la revisión de contenidos son de los grandes dolores de cabeza de las actuales redes sociales.

Descentralizar significa eliminar las decisiones unilaterales e introducir decisiones basadas en la comunidad de usuarios, que gobiernan tanto la plataforma como los contenidos que se publican en la misma, también la publicidad. La utilización de criptomonedas como base de estas redes sociales 3.0 permitirá además generar recompensas y beneficios a los creadores de forma directa y sin intermediarios. Por su gran escalabilidad, con una capacidad de procesamiento es de unas 50 mil operaciones por segundo, en estos momentos Solana es la criptodivisa con mayores posibilidades de liderar este ecosistema.

Además de redes sociales descentralizadas nativas como Subsocial, algunas de las grandes ya tienen en marcha iniciativas para adaptarse a este nuevo ecosistema, como es el caso de Twitter. El interés personal por las criptomonedas de Jack Dorsey, su anterior director general, hizo que en el 2019 anunciase la iniciativa Bluesky con la misión de crear un estándar descentralizado para las redes sociales. Desde este mismo verano la experta en redes sociales descentralizadas Jay Graber lidera este proyecto, todavía en fase de investigación, y pasará a integrarse dentro de la unidad de negocio de blockchain de Twitter. También el fundador de Reddit, una de las mayores redes sociales de Estados Unidos, anunció recientemente la creación de un fondo de 50 millones de dólares destinado íntegramente a proyectos de la web 3.0 social. Este tema promete dar mucho de qué hablar en el 2022.

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