Opinión

Rodearse del mejor de los equipos

Hace unos días tuve la oportunidad de compartir mesa con un buen amigo y compañero de promoción en IESE que, además, es todo un referente en el mundo empresarial. Durante nuestra conversación surgió el tema del talento y la relevancia que tienen las personas dentro de las organizaciones, más aún en compañías que ofrecen servicios gestionados por equipos. 

Me llamó la atención que, a pesar de que he escuchado en muchas ocasiones la importancia de rodearse de personas que no solo tengan aptitud sino también actitud, que se hablase de la palabra altitud, con todo el sentido,por otra parte. Si buscamos a personas que tengan las ganas y las características que le hacen diferente del resto para un puesto de trabajo, no menos importante es que tengan altitud de miras, ganas de crecer dentro de tu equipo, de aprender y que tú aprendas de ellos. 

En el mundo de la empresa, un entorno en constante evolución, tanto el liderazgo efectivo del que muchas veces hemos hablado como la adquisición del equipo de personas adecuado son pilares fundamentales para el éxito. Estos dos aspectos cruciales convergen significativamente en una gran filosofía de liderazgo, faro para muchas empresas que buscan prosperar en un ambiente tan competitivo y en constante evolución como en el que nos encontramos. Esta filosofía es conocida como el Principio o Ley de Packard. Una filosofía que se basa en la idea de que la clave para el éxito de una empresa radica en la calidad de las personas que la componen y que fue popularizada por el cofundador de Hewlett-Packard (HP), una de las empresas de tecnología más icónicas del mundo. 

“Las personas son la clave de nuestro éxito o fracaso”, es la famosa cita de Packard, mantra para muchos. 

Para aplicar con éxito esta ley, no solo es de vital importancia comprender a las personas sino que se debe crear un entorno en donde el talento florezca y se sienta valorado. Es vital el empatizar con los equipos para llegar al éxito. Inspirar desde el respeto con una visión clara que no solo debe ser atractiva sino que también debe estar alineada con los valores de la empresa y las aspiraciones de los equipos de personas. 

El liderazgo efectivo es fundamental para aplicar con éxito la Ley Packard en cualquier organización. Las personas al frente de compañías no solo deben comprender la importancia de las personas y empoderarlas, sino que también deben liderar con el ejemplo, creando un entorno donde el talento florezca y se sienta valorado. 

El encontrar un gran equipo de personas adecuado es la piedra angular de la Ley Packard. Sin el equipo adecuado, incluso el líder más talentoso y motivado enfrentará dificultades para alcanzar el éxito. La selección de las personas es vital, sus habilidades y experiencia serán la base de la compañía. La diversidad en el equipo es esencial para la innovación y la toma de decisiones sólidas. 

Al reclutar personas con diferentes antecedentes, experiencias y perspectivas, una empresa puede acceder a una gama más amplia de ideas y enfoques, lo que puede ser invaluable para la resolución de problemas y la adaptación a un entorno cambiante y esto no es flor de un día y requiere un gran esfuerzo y dedicación por parte de la persona que está a la búsqueda de estos perfiles. El proceso de selección debe ser riguroso y se debe centrar en identificar candidatos que no solo tengan las habilidades técnicas necesarias, sino también la motivación y la cultura adecuada para tu empresa. 

Rodearse del mejor de los equipos te hace enfrentarte a grandes retos: encontrarlos, fidelizarlos y liderarlos. La calidad de de las personas en una empresa es lo que la diferencia y la impulsa hacia el éxito.

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