Opinión

Digitalizarás todo lo posible

Una visita a cualquier dependencia de la Administración de Justicia nos puede servir como experiencia vital de lo que supone la digitalización de un servicio público o una empresa. 

Cuando te asomas a un palacio de justicia y comienzas a ver todos los trámites que tienes que hacer  con papeles y más papeles para las gestiones cotidianas de cualquier proceso judicial, te das cuenta del lugar en el que hay que poner el foco a la hora de realizar una transición de lo analógico a lo digital.

Los pasillos llenos de carpetas llenas de papeles que no son otra cosa que la acumulación de datos inertes, muertos por su método de almacenamiento y por la incapacidad de agrupar toda esa información en un click. 

Este lujo de la no digitalización es algo que bajo ningún concepto se puede permitir una empresa moderna que quiera pintar algo en el ecosistema empresarial y competir compañeros de sector.  Digitalizar según la RAE en su primera acepción es:  “Registrar datos de forma digital”. 

Para entendernos, digitalizar es el acto de convertir datos analógicos en datos que puedan entender las máquinas computadoras fruto de su conversión al tan manido código binario.  La gran ventaja de digitalizar es que una vez realizado el trabajo de procesar los datos, el acceso a los mismos es a ilimitado y nos brindará la posibilidad de agrupar, acceder, ponderar, mediar, comparar, reutilizar, descartar... millones de veces y a un click. 

Esta manera de entender los datos es algo en lo que las computadoras nos ganan por goleada, mientras las personas desde nuestra humana condición tenemos que tratar de aplicar conceptos de lógica humana, pero con todos los datos encima de la mesa. 

No sé en este caso si alguien lo dijo antes pero si no lo ha hecho lo digo yo: ”Lo que no está digitalizado no existe”. Y aunque pueda resultar un poco excesiva la frase, estoy seguro de que cada día que pasa lo es menos sin duda. 

De ahí el enunciado del V Mandamiento Tecnológico: Digitalizarás todo lo posible. 

Digitalizar supone integrar en el sistema de valoración “datos fríos” no manipulados con objeto de ser reutilizados hasta el infinito y aún más allá, algo que no tiene precio suficiente a la hora de hacer más competitivas y rentables nuestras empresas e instituciones. ara competir. 

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