Opinión

"Haced esto en memoria mía"

La celebración litúrgica del Jueves Santo es una de las más hermosas e intensas del año litúrgico. Este año la celebración se tendrá de una forma sencilla y puerta cerrada a causa de la pandemia Covid19 que estamos sufriendo. 

En este día en el Cenáculo Jesús pronunció las palabras sagradas de la institución de la Eucaristía. Este sacramento es fuente inagotable de la comunión eclesial. El Misterio eucarístico se orienta, de por sí, “a la íntima unión de nosotros”, los fieles, con Cristo mediante la comunión. El mismo Jesús nos recuerda: “Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí”. No solamente cada uno de nosotros recibe a Cristo, sino que también Cristo nos recibe a cada uno de nosotros. 

En el mismo lugar el Cristo instituye también el Sacerdocio ministerial: “Haced esto en memoria mía” (Lc 22,19). Al decir “haced esto”, el Señor no sólo señala el acto, sino también el sujeto llamado a actuar, es decir, instituye el Sacerdocio ministerial, que pasa a ser, de este modo un servicio constitutivo de la misma Iglesia. 

En este día Jesús pronunció las palabras sagradas de la institución de la Eucaristía

También en el Cenáculo contemplamos al Señor que, “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn 13,1). El evangelista nos recuerda un gesto de humilde servicio: el lavatorio de los pies. En este contexto de entrega hasta el extremo, el Señor nos deja el mandamiento nuevo: “Que como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros” (Jn 13,34). 

Jueves Santo es, por tanto, el día de la Eucaristía, del Sacerdocio ministerial y del Amor fraterno. Apoyados en este amor fraterno, encomendamos de modo especial a todas las personas que están  sufriendo en su propia carne las consecuencias de esta pandemia.

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