Decía Einstein: “La ciencia sin religión está coja y la religión sin ciencia está ciega. La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado y la imaginación circunda el mundo. Todo el mundo tiene que sacrificarse de vez en cuando en el altar de la estupidez”.
El obispo de Plasencia, monseñor Amadeo Rodríguez, en la presentación de la instrucción pastoral sobre catecismos de la CEE hacía una afirmación muy seria: "En España crece el analfabetismo religioso". Perfectamente de acuerdo. Ahora, si usted está en una reunión y hablan de astronáutica y nada sabe, se calla y escucha. Pero ya sabemos que si se habla de fútbol, sexo o religión todos saben y a veces con disparates mayúsculos e ignorancia supina.
"¿Habrá periodistas? ¿Les interesará el tema?", se preguntaba el prelado placentino. Y los había, pero interesados por otros temas.
La catequesis "es un asunto interno, pero con gran repercusión social". No en vano, la Iglesia española cuenta con 11.000 catequistas en las 19.000 parroquias. La instrucción pastoral "Custodiar, alimentar y promover la memoria de Jesucristo", es "el marco para los catecismos, y pretende recordar a los padres, los sacerdotes, los catequistas y los educadores en la fe, la importancia de la catequesis de iniciación cristiana", explicó el obispo de Plasencia. La instrucción recuerda las palabras del papa Francisco: "Mirándoles a ustedes, me pregunto: ¿Qué es el catequista? Es el que custodia y alimenta la memoria de Dios; la custodia en sí mismo y sabe despertarla en los demás. Qué bello es esto: hacer memoria de Dios".
Un documento que anima también a las comunidades cristianas a profundizar en el contexto social, religioso y pastoral en que sucede esta responsabilidad de engendrar y educar en la fe y en la vida cristiana. "Vivir la fe hoy es difícil y nos cuesta mucho", comenzó explicando Don Amadeo. Entre otras cosas, porque a veces falla la transmisión de la fe en la familia. Y menos mal que, por ahora, esa laguna, en muchos casos la suplen los abuelos que, según el prelado, cumplen una "gran labor" a la hora de conservar la fe de sus nietos. "Los abuelos nunca se dan por satisfechos, es muy normal. Y si unos padres no bautizan a sus hijos, me consta como pastor que los abuelos son insistentes en esto", subrayó. Hay que hacer un homenaje a los abuelos en su tarea de enseñar las bases del catolicismo animando a que bauticen a los niños.
Hay también padres extraordinarios que piden el bautismo para sus hijos. Y bastantes niños que llegan a la catequesis sin haber recibido las nociones básicas de la fe. Por ello, la Iglesia desea empezar la catequesis cuanto antes.
También es cierto que en la sociedad occidental se observa un incremento del agnosticismo e indiferencia religiosa frente a casos a la inversa, de personas que se están volviendo conscientes de que hacer un cristiano es un bien social.
