A Irene Montero le gusta comparar a las afganas con las españolas: “Están sometidas al mismo patriarcado”. Y ha afirmado hace tiempo que los asesinatos machistas “en todo el mundo tienen como raíz el patriarcado”, en respuesta al anuncio de Ciudadanos de solicitar su reprobación entonces en el Congreso. La ministra de Igualdad, Irene Montero, mantiene firme en sus declaraciones la similitud entre las mujeres talibanas y las españolas. Pese a que los comentarios los pronunció hace tiempo, más tarde, coincidiendo con su participación por videoconferencia en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) titulado “Hacia una radicalización feminista de la democracia”, volvió a soltar la misma proclama.
En este sentido, la titular de Igualdad lamentó el escándalo que está montando la derecha española por decir que “el machismo es la base de las vulneraciones graves que están sufriendo las mujeres en Afganistán”, y le ha afeado su “hipocresía” por denunciar ahora y no antes la situación que viven. Hay que recordar que desde Ciudadanos llegaron a solicitar la reprobación de la ministra si no retiraba sus palabras. “Esos derechos se han vulnerado en las últimas décadas y no han tenido el foco de ahora. Tremenda hipocresía porque se denuncia ahora en Afganistán y no en Arabia Saudí y Yemen”, critica. A su juicio, es “una evidencia que el machismo es la base de todas las vulneraciones de derechos de las mujeres”.
Montero afirma que los asesinatos machistas “en todo el mundo tienen como raíz el patriarcado”, en respuesta al anuncio de Ciudadanos de solicitar su reprobación en el Congreso si no rectifica sus declaraciones comparando la situación de las mujeres afganas y españolas. Montero destacó que el patriarcado es la “base de las opresiones y vulneraciones de derechos”. “Es precisamente el motivo por el que la lucha de las mujeres afganas nos interpela a todas en todo el mundo. Su lucha es nuestra lucha, aunque nuestras condiciones materiales de existencia sean diferentes”, apostilló.
Una comparación muy desafortunada e impropia de una ministra de Igualdad del Gobierno de España. Si bien la violencia machista en España es una lacra que hoy todavía no ha sido atajada y que se ha cobrado ya la vida de más de 30 mujeres, lo cierto es que las condiciones en las que viven las mujeres en este país o en otros países europeos y civilizados dista de las situaciones a las que se enfrentan otros territorios donde los derechos de las mujeres no están garantizados.
Basta analizar el decreto publicado por el Ministerio de Enseñanza Superior de los talibanes para comprobar las diferencias entre ambos países. Según el Gobierno talibán, las mujeres estudiantes podrán seguir estudiando, eso sí, siguiendo una serie de reglas: seguirán la enseñanza en aulas segregadas, y no se podrán mezclar con varones en las aulas. El decreto pide que las universidades contraten profesoras para que den clase a las afganas o, en todo caso, profesores de una cierta edad y de moralidad afín a los talibanes. Unas indicaciones que no existen en España y que reflejan lo inverosímil de comparar la situación de las mujeres en ambos países.
Observamos con gran pena el punto al que hemos llegado (ha llegado) la sociedad con esto de la llamada violencia de genero. Ya son incontables en todo el mundo la serie de mujeres que riegan con su sangre nuestras calles. Triste espectáculo de familias rotas e incluso hijos que sufren y observan la violencia de sus progenitores.
