Opinión

Homenaje merecido a Franqueira

Me ha alegrado inmensamente la noticia de que se pretende dedicar el nombre de Eulogio Gómez Franqueira (Razamonde 6-6-1917, Ourense 20-4-1988) a la estación del AVE. Nadie, como él, es más merecedor de este reconocido honor. De total justicia. Falta que el magisterio ourensano y el cooperativismo gallego tengan para con él un público reconocimiento. Franqueira era el prototipo del gallego sensato, equilibrado, emprendedor y, sobre todo, con visión de futuro. Partiendo como maestro supo mirar lejos por su pueblo, por Ourense y por Galicia. Su vida así lo demuestra.

Tengo con él muchas anécdotas que nunca olvido. Algunas ya las conté aquí. La que más me impactó y que en realidad refleja muy bien lo que él era, fue durante una comida, juntos, en un restaurante ourensano en la toma de posesión de un nuevo gobernador. Era el momento en el que se discutía entre "reforma" o "ruptura". De una manera muy clara me demostró que era aquélla la solución frente a la incertidumbre de ésta. Indicaba esa serenidad y certera visión tan característica suya.

Algo que ratifiqué la madrugada del atentado, en junio de 1980, al llamarle para pasarle el teléfono al obispo Temiño, que deseaba manifestarle su apoyo. El prelado admiraba su equilibrio y lo que había hecho por Ourense. Aquella noche, lejos de nerviosismo, manifestó su serenidad ante el caso. Por cierto que gracias a su virtud consiguió tener la calma necesaria para salir de tan tremenda situación. ¿Quién sería capaz de conservar la lucidez en momento tan crítico para incluso engañar a sus secuestradores? Pocos.

Lo mismo un día en el que bajaba de Trasalba y, sin ver el peligro, se incorporó frente a la estación de servicio de Santa Cruz para ir a Coren. No vio mi coche y acabamos vivos de milagro. Se bajó tranquilamente y me dice: "Aparca que vamos a tomar un café"... Y así lo festejamos entre un abrazo que me dio pidiendo mil perdones.

Un dato que algún día debiera salir a la luz y reconocerlo. Hay que decirlo muy claro porque estoy convencidísimo: Pío Cabanillas y Victorino Núñez serían poco sin Franqueira detrás. Supongo que en el otro mundo lo habrán reconocido...

En su trayectoria política, él, que era muy humilde y que nunca olvidó sus orígenes, ni Castrelo ni Razamonde, ha sido la base y el sostén, el impulsor y el mecenas de muchos más. Y ha habido momentos en los que la ingratitud, el olvido, los celos y la incomprensión le postergaron. Franqueira, lejos de anhelar el sillón luchó siempre por el bien del pueblo, de su pueblo sencillo con el que se mezclaba como uno más sin esperar recompensa. Ahí están sus obras y la semilla que él plantó comenzando con su bicicleta para llegar a su escuela y a donde fuese preciso porque había un problema. Era el hombre que tendió siempre puentes, brindó el apoyo, prestó sus ideas que algunos aprovecharon.

En 1962 participó en la creación de la Caja Rural de Ourense, que nació con el objetivo de dotar de financiación al proyecto cooperativista. Y en 1964 Coren-Uteco, y más tarde formaciones políticas galleguistas. Un cúmulo de iniciativas que llevaron el nombre de Ourense fuera de sus fronteras. Sería largo enumerarlas todas.

Por todo ello nada mejor que la estación del AVE para llevar su nombre porque refleja y es símbolo de su apertura a otros mundos fuera de aquí. Fueron las formaciones políticas siempre de centro, las que impulsó: Grupo Ourensano Democrático, UCD, Centristas de Galicia, Coalición Galega, en todo momento mirando a su Ourense al que defendió como diputado en tantas legislaturas. Daba toda su vida por su tierra y ésta debe reconocerlo y premiarlo públicamente precisamente cuando aún vivimos tantos que objetivamente podemos dar fe de todo ello.

Te puede interesar