Opinión

Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

La Santa Sede hace público el 24 de enero, en la festividad de san Francisco de Sales, el mensaje del papa Francisco para la 57º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. “Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor” (Ef 4,15) es el lema que propone el Santo Padre para la Jornada de este año, que se celebra el 21 de mayo, solemnidad de la Ascensión.

JOSÉ PAZ
JOSÉ PAZ

Dice el papa, que “una vez que hayamos escuchado al otro con corazón puro, lograremos hablar “en la verdad y en el amor”. Porque “el programa del cristiano -como escribió Benedicto XVI- es un ‘corazón que ve”. “Jesús nos recuerda que cada árbol se reconoce por su fruto” (cf. Lc 6,44), y advierte que “el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, de su mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca” (v. 45). La llamada a hablar con el corazón interpela radicalmente nuestro tiempo, tan propenso a la indiferencia y a la indignación. Estamos llamados a buscar y decir la verdad. De nuestra boca no deberían salir palabras malas sino buenas “que resulten edificantes” (Ef. 4,29). A veces, el hablar amablemente abre una brecha incluso en los corazones más endurecidos. 

Uno de los ejemplos más luminosos y fascinantes de “hablar con el corazón” está representado en san Francisco de Sales, doctor de la Iglesia, a quien se dedica recientemente la carta apostólica “Totum amoris est”, con motivo de los 400 años de su muerte. Se celebra en este año 2023 el centenario de su proclamación como patrono de los periodistas católicos por parte de Pío XI con la encíclica “Rerum omnium perturbationem”. Francisco de Sales fue obispo de Ginebra al inicio del s. XVII, en años difíciles, marcados por encendidas disputas con los calvinistas. Su actitud apacible, su humanidad, su disposición a dialogar pacientemente con todos, especialmente con quien lo contradecían, lo convirtieron en un testigo extraordinario del amor misericordioso de Dios. 

“El corazón habla al corazón”, ha inspirado a generaciones de fieles, entre ellos san John Henry Newman, que la eligió como lema: “Cor ad cor loquitur”. “Basta amar bien para decir bien” era una de sus convicciones. Para san Francisco de Sales, es precisamente “en el corazón y por medio del corazón donde se realiza ese sutil e intenso proceso unitario en virtud del cual el hombre reconoce a Dios”. “Amando bien”, san Francisco logró comunicarse con el sordomudo Martino, haciéndose su amigo; por eso es recordado como el protector de las personas con discapacidades comunicativas.

Como he podido subrayar, “también en la Iglesia hay mucha necesidad de escuchar y de escucharnos. Es el don más precioso y generativo que podemos ofrecernos los unos a los otros”. “Una lengua suave quiebra hasta un hueso”, dice el libro de los Proverbios (25,15). Hablar con el corazón es hoy muy necesario para promover una cultura de paz allí donde hay guerra; para abrir senderos que permitan el diálogo y la reconciliación allí donde el odio y la enemistad causan estragos. Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones; como exhortaba proféticamente san Juan XXIII en la encíclica “Pacem in terris”.

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